El Gobierno ecuatoriano anunció hoy la creación de un corredor humanitario a lo largo de su territorio para que los venezolanos que ingresen al país sean trasladados en buses hasta la frontera con Perú.
La medida obedece a que buena parte de los ciudadanos del país caribeño tiene como propósito trasladarse a Perú, Bolivia, Chile y Argentina y muchos emprenden la travesía a pie.
El viaje de estas unidades por los más de 800 kilómetros que separan ambas fronteras contará con apoyo policial, anunció el ministro de Interior, Mauro Toscanini. Además explicó que habrá «siete puntos de control policial a lo largo del corredor humanitario».
Desde el pasado sábado Ecuador empezó a pedir pasaporte a los venezolanos que quieren ingresar a su territorio para frenar la llegada de los migrantes a la frontera, que huyen de la crisis política y social en su país.
La medida bajó drásticamente el paso de venezolanos, ya que muy pocos cuentan con pasaporte y es muy difícil obtener uno actualmente, pero centenares optaron por recurrir a pasos ilegales para llegar a Ecuador. En una rueda de prensa conjunta con varias autoridades, el canciller José Valencia señaló que la postura de Ecuador frente a la migración venezolana es actuar independientemente y bajo los principios de su política exterior.
En ese sentido indicó que Ecuador ha tomado la decisión firme de no participar más en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y que «tampoco se integrará a otro grupo de Estados que no propicien situaciones constructivas sin exclusión alguna».
Valencia dijo que el Gobierno de su país está «frustrado» con Venezuela por la falta de voluntad política para solucionar la crisis migratoria.
«Creemos que una salida negociada es indispensable para la crisis venezolana, es inhumano permitir que millones de personas salgan del país como fruto de una crisis política, económica y social», criticó.
Ecuador convocó esta semana a 12 gobiernos de Centro y Sudamérica a una reunión de análisis a mediados de septiembre sobre los flujos migratorios venezolanos a fin de tratarlos de forma regional. Hasta el momento están confirmadas las participaciones de Chile y Brasil.