Gustavo Jiménez Pons, quien dijo ser empresario y dueño de GBS Enterprises, ofreció pagar hasta mil 900 millones de pesos por el avión presidencialque pretende vender el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
El empresario acudió este jueves a las oficinas del tabasqueño para presentar su propuesta de compra.
“Es un avión que tiene la capacidad de transportar a más de 200 personas en toda la comodidad existente, eso no existe en el mundo y ese sería el interés. Si al final de cuentas el Gobierno decide venderlo, yo esperaría que sí (me consideren en la lista y ser de los primeros), pero si decide conservarlo me daría gusto porque le va a servir para representar dignamente a México”, dijo Jiménez Pons, sobrino de Rogelio Jiménez Pons, futuro titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
En entrevista a medios reunidos afuera de la casa de transición de López Obrador, ubicada en la colonia Roma de la Ciudad de México, dijo que está interesado en adquirir la aeronave porque será hasta el año 2020 cuando se conseguirán en el mercado y pretende utilizarla como taxi aéreo VIP, a un costo de 20 mil pesos la hora.
La intención del virtual Presidente electo es vender el avión presidencial y, en su lugar, utilizar vuelos comerciales.
El Boeing 787-8 se adquirió en 2012 por 218.7 millones de dólares (187.6 millones de euros), equivalentes a 2 mil 952.4 millones de pesos, con un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar.
El avión tiene nueve años de antigüedad, porque salió de fábrica en 2009 y considerando que una aeronave se deprecia entre 5 por ciento y 8 por ciento cada año, ahora puede tener un valor de 103.1 millones de euros (120.2 millones de dólares), de acuerdo con un vendedor de aviones privados. Pero como se configuró para uso del Gobierno, todo ese equipamiento se va a perder porque no tiene ningún valor para una aerolínea comercial, por lo que se puede vender por 30 por ciento de su precio original.
En 2016, cuando se entregó el avión, el Gobierno mexicano dio a conocer una evaluación de la firma Ascend Flightglobal Consultancy sobre la conveniencia de venderlo. El cálculo fue que venderlo a una aerolínea comercial en enero de 2019, sería por un valor de 70 millones de euros (81.6 millones de dólares), es decir, 37 por ciento de lo que se pagó por él. Y si se le vendiera a un cliente privado, sería por alrededor de 121.8 millones de euros (142 millones de dólares).
Además de la pérdida económica que representaría para el nuevo Gobierno la venta del avión presidencial, los expertos consideran que se debe hacer un análisis del costo-beneficio de utilizar vuelos comerciales en lugar de tener una flota presidencial.