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Excélsior / Fotos: Reuters

Actos crueles que involucran animales hay un sinfín, desde domadoresque los golpean para que realicen ciertas acciones hasta la caza furtivay la pesca ilegal.

Recientemente se dio a conocer que los habitantes del puebo de Sandavágur, situado en las islas Feroe, en el Atlántico Norte, territorio autónomo de Dinamarca, realizaron una despiadada tradición que llevan a cabo año con año: asesinar ballenas.

De acuerdo con Daily Mail, este verano el mar quedó teñido de rojo gracias a la sangre de 180 cetáceos.

La sangrienta y antigua usanza llamada ‘Grindadráp’ se remonta al siglo XVI, cuando la población local no disponía de otras fuentes de proteína, y la cacería de cetáceos formaba parte de la preparación de los pobladores para superar los duros inviernos.

La carne de ballena y delfines capturados proporcionaba a los isleños alimentos para todo el año.

 

Aunque la gente ya no necesita matar animales para subsistir, tristemente siguen haciéndolo y lo que es peor, hasta mujeres y niños participan en ello.

La carne obtenida no se exporta ni se vende en tiendas, se prepara y se consume directamente en los hogares de los cazadores.

El video de la última matanza compartido en redes sociales, ha generadoindignación y críticas negativas por parte de activistas y defensores animales que consideran que la tradición es ‘cruel e innecesaria’.

Sin embargo, pese a las opiniones en contra, las autoridades locales siguen protegiendo la tradición pues aseguran que la carne y grasa de cetáceos es una parte ‘valiosa de la dieta nacional’.

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