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DPA

El suizo Roger Federer achacó al calor su derrota ante el australiano John Millman en los octavos de final del Abierto de tenis de Estados Unidos.

El campeón de 20 Grand Slam se despidió en la madrugada del martes de Nueva York con una derrota por 3-6, 7-5, 7-6 (9-7) y 7-6 (7-3) ante el número 55 del ranking mundial.

El termómetro marcaba 30 grados centígrados, pero la humedad era altísima y potenció la sensación de calor en la cancha Arthur Ashe.

«Hacía muchísimo calor esta noche», comentó Federer. «Es una de esas noches en las que sientes que no puedes respirar. No había aire».

El estadio Arthur Ashe fue durante años bastante criticado por los tenistas debido a los remolinos de aire que se formaban en la pista.

Esas ráfagas, que se formaban en los anchos pasillos y las aperturas que tenía la cancha, dificultaban el juego.

Sin embargo, tras la última remodelación, cuando en 2016 se instaló un techo retráctil, apenas llega aire a la pista de juego. Tampoco cuando el estadio está abierto, como ocurrió en la noche del lunes.

«Creo que desde que se instaló el techo no circula el aire en el estadio. Creo que es un US Open totalmente diferente».

El agobiante calor le hizo sudar muchísimo al ex número uno del mundo, que se cambió dos veces de camiseta.

«John pudo lidiar mejor con el calor», indicó Federer sobre su rival, natural de Brisbane, uno de los lugares más húmedos del planeta. Millman, que chocará en cuartos con el serbio Novak Djokovic, aseguró que las condiciones eran «extremadamente húmedas». Normalmente no suda mucho, pero el lunes por la noche tuvo problemas incluso para agarrar la raqueta, dijo.

«Las condiciones a lo largo del torneo están siendo brutales».