Seguro hasta las tiras.
Todos hablan de la nueva imagen del billete de 500 pesos con Benito Juárez, pero pocos se acuerdan de esas moneditas de menor valor que ayudan a que en los supermercados y el banco te den el cambio exacto.
Producir una moneda de 10 centavos –rechazada a menudo por muchas personas– ha costado por muchos años más de su valor.
(Cuartoscuro)
En 2014 el Banco de México ordenó a la Casa de Moneda la acuñación de 196 millones de monedas de dicha denominación, que tuvieron un costo de 74 millones 480 mil pesos; es decir cada una costó 38 centavos, de acuerdo con datos del Banco Central.
Para los primeros meses de 2018 se acuñaron 24.1 millones de piezas de esa denominación, con un costo de 4 millones 579 mil pesos, su costo individual fue de 19 centavos (casi el doble de su valor) de acuerdo con Banxico.
El coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM, Miguel Ibarra, explicó que el aumento en los costos de producción depende de factores como el precio de los metales, la producción del troquel (pieza que imprime sobre la moneda), distribución y sueldos de trabajadores.
Hasta mayo de 2016 había en circulación 11 millones 170 mil monedas de 10 centavos; es decir, por cada mexicano había 91 monedas de 10 centavos.
PERO, ¿PUEDO PAGAR GRANDES CANTIDADES CON ESTAS MONEDAS?
De acuerdo con Banxico, tanto las monedas de 10 como de 20 centavos son válidas para hacer pagos de toda clase en cualquier tipo de establecimientos.
Puedes hacer cada pago con hasta cien monedas de 10 centavos que equivalen a 10 pesos y hasta cien monedas de 20 centavos (equivalentes a 20 pesos) según consta en el artículo 5 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos.
En el caso de oficinas públicas y de estados y municipios, éstas tienen la obligación de recibir estas monedas sin limitaciones.