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EFE

El Sevilla fulminó por 3-0 al Real Madrid, muy perdido y con muy poca intensidad para sacar algo de un feudo como el Sánchez Pizjuán, con una primorosa primera mitad en la que dio un baño de realidad a un equipo madridista que dejó pasar la opción de situarse líder tras perder el Barcelona.

Los sevillistas, con un gran partido en el que superaron en tensión, garra y juego a un Madridapagado y sin control ni pegada, cimentaron un triunfo que le aúpa a la zona alta en un primer tiempo de mucha calidad, en el que golearon con un doblete de André Silva y un tanto de Ben Yedder, tras lo que a los madridistas ya les fue muy difícil reponerse pese a intentarlo en la segunda mitad.

El Real Madrid comenzó este duelo siempre pasional y eléctrico, en un Sánchez Pizjuán que suele ser un ‘infierno’ para los merengues -10 derrotas en 17 visitas en el siglo XXI-, sabiendo del tropiezo del Barcelona en Leganés (2-1) y de que puntuando le arrebataba el liderato. Un plus más de motivación para el equipo hoy de rojo.

Con las bajas notables de Dani Carvajal e Isco Alarcón, operado el martes de una repentina apendicitis, y a sólo tres días del derbi con el Atlético, Julen Lopetegui apostó como novedad por Nacho de lateral derecho, pues Odriozola, que venía de ser titular, fue uno de los descartes, en un once al que volvieron Marcelo, Kroos y Bale.

Un equipo para la creación y ofensivo, al que el técnico sevillista, Pablo Machín le opuso el mismo once que goleó 2-6 al Levante, salvo el lateral brasileño Arana por Aleix Vidal -lesionado de última hora para unirse a Escudero, Mercado, Gonalons y Amadou, éstos de larga duración-, y también con un marcado sello atacante.

De nuevo con dos puntas: el francés Wissam Ben Yedder y el luso André Silva, que tan buen resultado le dieron el pasado domingo, y con gente creativa en el medio como Sarabia y los argentinos Franco Vázquez y Éver Banega, el equipo andaluz salió como un ciclón, con las ideas muy claras e intensísimo ante un Madrid tibio, timorato.

El Sevilla arrancó eléctrico, con gran ritmo, y a los 13 segundos ya pudo marcar con un tiro cruzado de Silva que rechazó el meta belga Courtois y luego fue Ben Yedder quien lo buscó con un cabezazo demasiado centrado, lo que fue toda una declaración de intenciones.

Los madridistas empezaron dormidos, desde pronto dieron muestras de estar totalmente perdidos y fueron superados por el brío y buen juego de los hispalenses, que hallaron el premio a su inteligente planteamiento de presión para provocar pérdidas y de fútbol vertical y rápidos ataques recién rebasado el primer cuarto de hora.

Fue tras un robo de Sarabia, en una de las primeras de las muchas pérdidas cometidas por el Madrid en zonas de peligro, que aprovechó Jesús Navas para ceder hacia atrás y que André Silva lograra el 1-0.

Este golpe para un Madrid empequeñecido, asfixiado por el empuje local y sin claridad alguna en una primera mitad desastrosa de los de Lopetegui se agravó en el minuto 21, cuando el luso hizo el 2-0, su sexto gol en Liga, tras un rechace de Courtois a tiro de Navas después de una contra iniciada a la salida de un córner visitante.

De la poca mordiente e inoperancia madridista da idea que su primera ocasión clara llegó a los 23 minutos con un tiro de Gareth Bale, el más entonado de su equipo, al poste izquierdo de Vaclik, al que le siguieron intentos lejanos y estériles de Kroos, muy perdido.

En plena debacle madridista, el Sevilla siguió haciéndole daño a un Madrid que nunca halló vías para atacar con criterio, ni subió su intensidad para frenar el aluvión de llegadas de los andaluces.

El equipo de Machín avisó con un tiro al larguero del ‘Mudo’ Vázquez en el 33 y ridiculizó más al Madrid seis minutos después, en el 39, con el 3-0, obra de Ben Yedder -su sexto gol en los últimos tres choques- al rematar como le venía un globo de cabeza enviado por Vázquez tras un rechace, cuando la zaga merengue salía del área.

En la reanudación, tras terminar los madridistas un decepcionante primer tiempo con un fallo de Bale en el área tras un error de Vaclik, el conjunto de Lopetegui salió enrabietado y decidido a acosar la meta local, pero casi siempre se precipitó ante un Sevilla serio y ordenado atrás y que, ya con un nivel de presión algo inferior, se encomendó a las salidas a la contra, aunque sin éxito.

El Madrid no se rindió, dominó más y obligó a su rival a dar un paso atrás, pero adoleció de claridad en la creación y en el ataque, y estuvo siempre incómodo en un partido en el que, por culpa de su desastre en los primeros 45 minutos, necesitaba casi de un milagro.

Luka Modrid marcó a los 53 minutos, tras una incursión por la derecha, y el árbitro concedió el gol en primera instancia, aunque luego lo anuló por un fuera de juego justo tras intervenir el VAR.

Esto no desanimó a los merengues, que se quedaron con diez al retirarse lesionado en el 76 Marcelo cuando Lopetegui había hecho los tres cambios, al introducir a Mariano, Lucas Vázquez y Ceballos para buscar más llegada al área rival.

El Madrid volvió a achuchar al Sevilla y tuvo varias ocasiones para acortar distancias, por medio del croata en un remate salvado por Vaclik, de Bale, sobre todo, en un mano a mano errado ante el checo y de Lucas Vázquez ya casi al final, pero, sin duda, ésta no fue su noche en un Sánchez Pizjuán que festejó su sexto triunfo liguero en las siete últimas visitas del campeón de Europa.