El avance del cambio climático, con sequías y olas de calor más extremas y prolongadas, representa una amenaza para las plantaciones de cebada, lo que podría afectar a la producción de cerveza y a su precio, según un estudio que publica hoy la revista Nature.
La investigación, liderada por la Universidad de California Irvine (Estados Unidos) y la Universidad de East Anglia (R.Unido), sugiere que la caída en el rendimiento de los cultivo de ese cereal, particularmente sensible a las condiciones extremas, encarecería, ante su escasez, la bebida alcohólica más consumida en el planeta.
Aunque los científicos han constatado con anterioridad en cinco modelos climáticos de la Tierra que la frecuencia y severidad de las sequías y altas temperaturas aumentarán sustancialmente, nunca hasta ahora habían evaluado la vulnerabilidad de la cerveza en esos escenarios extremos.
En consecuencia, los autores de este estudio, en el que también han participado la Universidad de Pekín (China) y el Centro Internacional de Mejora de Maíz y Trigo de México, examinaron el comportamiento futuro de los cultivos de cebada y su efecto sobre la producción y suministro de la cerveza.
Descubrieron que la caída media en la producción del cereal, principal ingrediente de la bebida, oscilará entre el 3 y el 7 por ciento, dependiendo del grado de inclemencia del clima previsto en su modelo.
La disminución en el rendimiento de los cultivos de cebada provocará reducciones proporcionalmente mayores en las cantidades de cereal que se podrá destinar a la elaboración de cerveza, pues la comunidad internacional daría prioridad a productos más esenciales para la población, apuntan los expertos.
En este escenario, caería el consumo de cerveza y, al mismo tiempo, subiría su precio, en mayor o menor relación debido a factores culturales o económicos de cada región o país.
Así, señalan, uno de los países más afectados sería Irlanda, donde la bebida nacional podría encarecerse entre un 43 y un 338 por ciento a finales de este siglo, de acuerdo con el modelo de cambio climático más severo.
“El mundo se enfrenta a muchos impactos del cambio climático que ponen en peligro su vida, por lo que el hecho de que alguien tenga que pagar un poco más por beber cerveza parece trivial”, sostiene uno de los coautores del trabajo, Steven Davis, de la Universidad de California.
No obstante, recuerda, la cerveza tiene “un fuerte atractivo intercultural” y no poder tomarse una “pinta fría después de días cada vez más calurosos empeora las cosas”.