La policía de Nueva York encontró un dispositivo explosivo en el buzón de una casa de George Soros, el filántropo de origen judío que ha sido blanco constante de la ultraderecha en Estados Unidos y Europa.
El dispositivo, encontrado en el buzón de la residencia de Soros en la comunidad de Katonah, al norte de la ciudad de Nueva York, no explotó por sí solo, y fue desactivado el lunes por especialistas bajo la orden de la policía.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) confirmó en un mensaje emitido la noche del lunes en su cuenta de Twitter que investigaba el incidente y aclaró que no había ninguna amenaza para la seguridad pública.
Soros, de 88 años de edad, nació en Hungría, de donde logró sobrevivir a una Budapest ocupada por los nazis. Nacionalizado estadounidense, el magnate hizo su fortuna mediante inversiones financieras especulativas.
El filántropo ha invertido miles de millones de dólares para financiar proyectos de derechos humanos y promoción de la democracia liberal en todo el mundo y se ha convertido en un poderoso donante del Partido Demócrata de Estados Unidos.
Simpatizantes de la ultraderecha han tratado de mostrar a Soros, mediante infundadas teorías de conspiración, como un promotor secreto de una serie de acontecimientos recientes en la política estadunidense y mundial.
Así, se ha acusado falsamente a Soros de estar involucrado en reclutar multitudes para la marcha de las mujeres contra Trump, en la organización de la violencia en Charlottesville para socavar la derecha política en Estados Unidos y, recientemente, en financiar la caravana de migrantes centroamericanos.
Soros también se ha convertido en un blanco político mundial para los nacionalistas y populistas, que no han temido recurrir a ofensivas insinuaciones antisemitas para mostrarlo como un sagaz manipulador de la democracia.