“Si te agarran te van a matar.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Uno de los líderes más reconocidos y respetados que respaldó El Movimiento Estudiantil de 1968 fue el connotado Ingeniero Heberto Castillo Martínez. Originario de Ixhuatlán de Madero, Veracruz, Heberto Castillo fue un luchador social siempre ligado a la ideología de izquierda, cofundador de partidos políticos entre ellos el Partido Mexicano de los Trabajadores, Partido Mexicano Socialista, Partido de la Revolución Democrática, fue Candidato a la Presidencia de la República en 1988, fungió como Senador, el nombre de Heberto Castillo es ante todo sinónimo de oposición al régimen autoritario y antidemocrático que dirigió los destinos de este país en casi todo el siglo XX.
Cuando el Movimiento Estudiantil estaba en apogeo Heberto Castillo ya era un líder social reconocido, su participación en el Movimiento será activa ya sea pronunciando discursos, organizando marchas, naturalmente esto provocó que fuera de las personas más vigiladas y en su momento perseguidas por el sistema represor, al extremo que previo al 2 de octubre el Ingeniero vivió ocultándose de un lugar a otro para evitar ser aprehendido o asesinado, pasó momentos de angustias donde su vida estuvo en gran riesgo, pero jamás dudó y mucho menos renunció a la lucha social, lo anterior lo podremos conocer a través del libro titulado: “Si te agarran te van a matar.” Publicado en 1983 por la Editorial Océano.
El libro está compuesto por diversos artículos que escribió el Ingeniero Heberto Castillo previo al Movimiento Estudiantil y posterior a él. En esta obra conocemos la enorme cercanía que siempre tuvo Heberto Castillo con el General Lázaro Cárdenas del Río, la creación del Movimiento de Liberación Nacional, los constantes peligros que vivían en aquellos años los hombres que pensaban diferente al sistema autoritario que gobernaba, algunos sucesos durísimos como el accidente que sufrió cerca de Tabasco donde el único que salvó la vida fue el propio Heberto Castillo. En cada crónica que se lee vamos conociendo de cerca al hombre congruente y firme en sus convicciones y principios, al hombre que buscaba democratizar la vida del país, al hombre que creyó en la lucha de los jóvenes estudiantes y por eso los respaldó y arriesgo su vida, en el artículo: “Si te agarran te van a matar” nos cuenta la siguiente anécdota:
“Una de esas noches interminables me sacaron, me pusieron en una cajuela y llegué, tras largo recorrido a una casa de Coyoacán. Al salir de la cajuela fui presentado a Emilio Krieger, maestro universitario. Dijo afectuoso: esta es tu casa. Emilio y Yolanda, su esposa, habían seguido el Movimiento con mucho interés y participando en algunas manifestaciones. Emilio como otros universitarios, brindaba toda la solidaridad que podía a los perseguidos del 68. Después sería el abogado defensor, con Carlos Fernández del Real y Carmen Merino de muchos de nosotros.
En ese refugio supe la matanza del dos de octubre y de la captura de los principales dirigentes, de mis amigos, de la saña con que eran perseguidos todos, que mi familia huía y que ella sabía ya de que estaba a salvo, que un automóvil lleno de latas de gasolina había sido lanzado contra mi casa al otro día de la toma de CU, y que éste había ardido hasta consumirse a la puerta de la casa, sin causar mayor daño aunque si alarma en todo el vecindario. Supe que mi familia estaba a salvo, pero que éramos buscados todos, Tere, mis hijos y, claro yo.
Viví una etapa de continua movilidad, de un refugio a otro para eludir a la policía. Una casa allá otra acá, un cuarto aquí otro allá. Entendí la clandestinidad sin organización. A mi familia la ayudaba el general Cárdenas a través de amigos suyos. Por ese lado no tuve angustia mayor. Yo viví casi siempre solo, encerrado, escribiendo, pintando. Pepe Pagés con su reconocida calidad humana, con valor, me brindó sin condiciones su tribuna de “Siempre” y le envíe todo lo que regularmente pude, artículos y ensayos. En noviembre cayó preso Pepe Revueltas.
El general Cárdenas me fue a visitar. Charlamos en el pequeño despacho que Emilio tiene en su casa, a solas, largo. Me dijo que se hacían las gestiones para obtener la libertad de los detenidos. Pero, comprendí que las cosas iban para largo cuando me invitó a vivír en su casa. Agradecí el ofrecimiento. ¿Cómo te organizaras perseguido? Volvió a preguntar. Hay compañeros, señor. Estamos decididos. Cárdenas me miró más serio que de costumbre y me dijo tocándome un brazo. –Si te agarran te van a matar. –Trataré que no me agarren.”
Lo antes narrado nos describe de manera clara lo que representa vivir bajo un sistema autoritario e intolerante que no respeta la diversidad, la libertad de expresión, manifestación, asociación y sobre todo la crítica, al final el ingeniero Castillo fue encarcelado en mayo de 1969 y puesto en libertad en mayo de 1971. No exagero decir que hay algunos textos del libro que provocan temor al imaginar lo que podemos llegar a vivir los ciudadanos en sistemas antidemocráticos con tintes dictatoriales, por eso la importancia y el valor que tienen estos luchadores sociales, porque fueron ellos a través de sus luchas, principios, convicciones, los que hicieron que con el paso de los años México fuera abriéndose hacia la democracia, y si bien tenemos muchas debilidades en nuestras Instituciones políticas, es indudable que hemos avanzado un poco en temas esenciales como la libertad y la crítica.
Por todo lo anteriormente señalado, se puede concluir que hoy a cincuenta años del Movimiento Estudiantil, nuestro deber es ejercer y defender la crítica. Hagámoslo
Correo electrónico: miguel_naranjo@nullhotmail.com