Más de 100 personas de unas 30 familias de la Congregación de Capoacán permanecen en un predio del campo Los Camachos de la colonia Magariño, único lugar que quedó libre de la inundación del río Coatzacoalcos.
Gregorio García Reyes lleva más de una semana aquí, improvisó una vivienda con lonas, bolsas de plástico, madera y láminas, ahí duerme al igual que el resto de sus vecinos a la espera de que el agua baje.
“Como tarda el río de bajar vamos a demorar varias semanas aquí, aunque no quisiéramos quedarnos tenemos animales, alzamos un poco las cosas, pero está creciendo el nivel del agua” comentó.
En total son alrededor de 800 las familias damnificadas de Capoacán, una de las congregaciones más grandes de Minatitlán.
El agente municipal, José Manuel Maldonado Rueda detalló que la mayoría decidió quedarse a resguardar sus casas y pocos se fueron a los albergues.
“Como 300 personas se fueron a albergues otros a lugares altos de aquí como en las lomas donde hicieron campamentos improvisados o se quedaron en el segundo piso de sus viviendas” dijo.
En un recorrido se observó a gente que también acampó en los techos de sus viviendas y que a pesar del riesgo por las víboras y la contaminación del agua sucia, bajan y caminan hasta donde el río se los permita.
Como Los Sánchez que llevan cuatro días encerrados y viviendo en el techo, entre ellos el patriarca de la familia de más de 90 años de edad.
“No nos vamos a un albergue porque luego empiezan a robar lo que compramos con sacrificio, estamos en la planta de arriba, hasta ahorita solo de gripe nos hemos enfermado, bajamos al baño a la planta baja pero está en el agua” detalló.
Y así una vez más Capoacán tiene poco más del 80% de sus calles convertidas en ríos, mientras ya llegó la ayuda de 600 despensas,pero se requiere de más.