Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó hoy una pérdida neta en los primeros nueve meses de 2018 de mil 227 millones de dólares, un dato que contrasta con el resultado positivo de mil 039 millones de dólares del mismo periodo de 2017.
No obstante, en el tercer trimestre la compañía estatal ganó mil 423 millones de dólares, mientras que en el mismo lapso del pasado año la pérdida neta fue de 5 mil 594 millones de dólares.
Al presentar su informe financiero, la empresa estatal indicó que los resultados del último trimestre se deben a un “impacto positivo” por factores exógenos como el tipo de cambio y el precio del crudo, y a mejoras en algunos indicadores como el rendimiento de operación o las ventas.
Del 1 de enero al 30 de septiembre de 2018, Pemex ingresó 67.655 millones de dólares, un aumento de 27.4% si se compara con los primeros nueve meses del 2017.
Dentro de las ventas totales, sobresale el aumento de ingresos por exportación de 49.9 %, hasta situarse en 27.786 millones de dólares, y de 15.8 % en las ventas nacionales, hasta ubicarse en 39.538 millones de dólares.
Según el reporte, la producción de crudo fue de 1,86 millones de barriles diarios, 5,5 % menor a la de los primeros nueves meses del pasado año.
Asimismo, la producción de gas natural se redujo en 8.2 % al situarse en 3.912 millones de pies cúbicos diarios.
El beneficio bruto se ubicó en 20.408 millones de dólares después de deducir el costo de las ventas, 45,1 % mayor al registrado en el año precedente, mientras que el rendimiento de operación aumentó 61,8 % al situarse en 14.953 millones de dólares.
La petrolera precisó que el rendimiento antes de impuestos y derechos (ebitda) se ubicó en 8.827 millones de dólares, 2.2 % menor que en el mismo periodo del pasado año.
Asimismo, los pasivos de Pemex, que incluyen deudas de corto y largo plazos, impuestos y derechos, así como pasivos laborales, ascienden a 191.874 millones de dólares, 0,7 % inferiores respecto al cierre de 2017.
La deuda financiera total de Pemex ascendió a 105.960 millones de dólares, inferior en 2,2 % a la registrada a finales de 2017, de la cual 91 % es de largo plazo.
El descenso de la deuda Pemex se dio principalmente por la “apreciación del peso, que impacta positivamente al convertir de dólares a pesos”, identificó la compañía.
En el período julio-septiembre, cuando los beneficios fueron de 1.423 millones de dólares, las ventas sumaron 23.344 millones de dólares, 33 % por arriba del monto reportado en el mismo periodo del año pasado.
Pemex reportó una pérdida neta de 16.847 millones de dólares en 2017, lo que representó un aumento de 74,4 % frente al resultado negativo de 9.663 millones de dólares en el 2016.
La firma está inmersa en un proceso de modernización y austeridad dentro de la reforma energética, que abrió el sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
En 2016, anunció un recorte presupuestario de 100.000 millones de pesos (unos 5.361 millones de dólares), afectando especialmente a sus proyectos de exploración y producción.
El próximo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que asumirá el cargo el 1 de diciembre, ha prometido invertir en el sector petrolero nacional con la rehabilitación de seis refinerías y la construcción de una nueva.