«La muy probable decisión del presidente electo López Obrador de ir por Santa Lucía va en contra de sí mismo. Le va a implicar costos enormes a nivel nacional e internacional. Se le verá como un presidente que no tiene reparo en tirar a la basura miles de millones de pesos invertidos, que es incapaz de dar continuidad a proyectos de largo plazo y que no da seguridad a la inversión. Se le verá como un político que manipula a través de mecanismos poco serios para «legitimar» lo que quiere. Se le verá como un presidente en quien no se puede confiar. El costo para él, su presidencia y el país será gigantesco». Es parte de lo que escribe Rubén Aguilar Valenzuela en «El Economista»… En buena onda, hazle caso, Andrés Manuel.