La ONG animalista PETA (Gente por el Tratamiento Ético de los Animales) acusó hoy a la marca de ropa estadounidense Forever 21, durante una protesta frente a su tienda en la plaza neoyorquina de Times Square, de utilizar lana de ovejas maltratadas.
Una decena de voluntarios de la asociación se vistieron con monos blancos y máscaras ovinas para realizar una performance en la que una de las voluntarias llenaba de sangre falsa al resto, como representación del maltrato al que los animales se ven expuestos en las granjas destinadas al mercado textil.
Los voluntarios portaban carteles en los que se leían mensajes como “#Never21” (“Nunca21”, un juego de palabras con el nombre de la marca “Siempre21”), “Las ovejas sufren por la lana”, “Dejen de vender lana cruel” o pósters de ovejas mutiladas que rezaban “No se merecía esto”.
Los activistas repartían folletos en los que explicaban los resultados de su investigación, como las imágenes de un granjero australiano -el mayor exportador de lana del mundo- dando puñetazos a una oveja mientras la esquilaba.
Forever 21 no se pronunció en relación a las acusaciones de PETA en redes sociales ni en su página web, y hasta el momento tampoco contestó a requerimientos de EFE.
La protesta, en pleno centro turístico de la ciudad, atrajo las miradas curiosas de cientos de paseantes, que se paraban a ver la actuación y se tomaban fotos con los miembros de la ONG e incluso con los miembros de la Policía que se aseguraban de que todo estuviera en orden.
“Llevamos cuatro años detrás de Forever 21, hablándoles de la crueldad del comercio global, mandándoles videos…”, explicó la directora asociada de PETA, Ashley Byrne, en declaraciones a EFE, que también aseguró haber investigado a 99 granjas en cuatro continentes y que “en todas las ocasiones” encontraron muestras de abuso animal.
“Acabamos de publicar los resultados de otras dos investigaciones ayer mismo y hemos descubierto que es habitual que las ovejas sean mutiladas, con los cuellos rotos, cortadas en frente de otros animales aterrorizados, esquiladas de forma tan brusca que les arrancaban grandes trozos de piel… Y eso es solo la punta del iceberg”, detalló Byrne.