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EFE

Un incendio de grandes proporciones que comenzó este lunes se extendió a parte de las instalaciones y de los camiones cisterna que estaban estacionados en el patio de la Refinería de Manguinhos, en la zona norte de Río de Janeiro y una de las pocas privadas de Brasil.

El incendio, cuyas causas se desconocen, comenzó hacia las 13.30 hora local y obligó a la Alcaldía a restringir el tránsito en gran parte de las vías que pasan próximas a la instalación industrial, informó el Cuerpo de Bomberos.

Pese a las dificultades para combatir el fuego en un área con reservas de combustibles, los bomberos informaron que hasta ahora no han recibido informaciones sobre posibles víctimas.

Por lo que puede ser visto en las imágenes aéreas transmitidas por las redes de televisión, el fuego destruyó parte del área en donde los camiones cisterna son abastecidos pero aún está lejos de los gigantes tanques de almacenamiento y de las plantas de refino.

Además de combatir el fuego en el área afectada, los bomberos también utilizan sus mangueras para enfriar los tanques y dificultar que el incendio pueda extenderse a las áreas de almacenaje de combustibles.

Según las primeras informaciones recibidas por los bomberos, el fuego al parecer comenzó en uno de los camiones cisterna en el patio de la refinería y ya destruyó al menos seis de los diez vehículos de transporte del combustible que estaban en el lugar.

Una gigantesca humareda negra generada por la quema de materiales combustibles puede ser vista desde varios barrios de la zona norte de Río de Janeiro y las autoridades no han aclarado si puede ser tóxica.

La refinería de Manguinhos, de propiedad de pequeños grupos empresariales brasileños, es una de las dos privadas que operan en Brasil, en donde el refino es prácticamente un monopolio de la estatal Petrobras.

La empresa, que opera hace cerca de 60 años y actualmente se especializa en la producción de gasolina, es de pequeña dimensión y su capacidad es de cerca de 45 millones de litros de gasolina por mes.

La refinería se acogió hace dos años a la ley de quiebras por sus problemas financieros y la Justicia aprobó un proyecto de reestructuración que le ha permitido atraer nuevas inversiones para modernizar sus instalaciones.

Entre 2012 y 2015 la empresa, que cuenta con 300 empleados, redujo significativamente sus actividades en medio de una disputa con el Gobierno regional de Río de Janeiro, que quería expropiar su terreno, lo que finalmente fue evitado por la Corte Suprema.

En 1998, cuando el Congreso aprobó la ley que puso el fin al monopolio de Petrobras sobre el sector de combustibles, la entonces empresa argentina YPF adquirió el 50 % de la refinería de Manguinhos, parte que pasó a Repsol cuando la española adquirió la empresa de Argentina.

Pero sin acuerdos entre los socios sobre el modelo de negocios, el brasileño Grupo Andrade Margo terminó adquiriendo todas las acciones de la refinería en diciembre de 2008.