La comisaria de la Policía Metropolitana de Londres (Met, en inglés), Cressida Dick, advirtió hoy que puede haber un riesgo de seguridad para la población británica si el Reino Unido sale de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.
La comisaria más importante del país señaló, en declaraciones a la BBC, que una falta de pacto puede amenazar el acceso a la amplia base de datos de la UE sobre criminales y hará más difícil conseguir la extradición de delincuentes desde países comunitarios.
Según Dick, la Met mantiene contactos con las fuerzas policiales de otros países europeos sobre los posibles planes de contingencia que podrían ponerse en marcha en caso de que no haya acuerdo.
El próximo enero, la Cámara de los Comunes votará el texto negociado entre el Gobierno de Theresa May y la UE, pero hasta ahora diputados de distintos partidos han adelantado que votarán en contra, lo que hace más factible que el Reino Unido salga del club comunitario sin acuerdo el 29 de marzo de 2019.
Tras el “brexit“, el Reino Unido dejará de ser miembro de las fuerzas del orden Europol y tampoco será integrante de la llamada orden europea de arresto, que facilita a los países de la UE una rápida extradición de sospechosos criminales.
“Vamos a tener que reemplazar algunas de las cosas que actualmente utilizamos en cuanto al acceso de la base de datos, la forma en que rápidamente detenemos y arrestamos personas, este tipo de cosas”, explicó la comisaria.
Ese reemplazo “será sin duda más costoso, indudablemente más lento y, posiblemente, sí, pondrá en riesgo al público”, agregó.
El Gobierno británico ha dado a los ministerios “prioridad operativa” para preparar planes de contingencia en caso de que el Reino Unido finalmente salga del bloque europeo sin acuerdo.
Muchos diputados británicos han mostrado la oposición a la “salvaguarda” que incluye el documento de salida de la UE, pensada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.
Esa “garantía” prevé que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único hasta que se establezca una nueva relación comercial entre Londres y Bruselas, negociada en el periodo de transición -entre el 29 de marzo de 2019 y finales de 2020.
