La oficina municipal que funge como enlace de los programas de la Secretaría de Desarrollo Social (ahora Secretaría del Bienestar) informó que durante el año el primer año de la actual administración municipal descubrieron que 180 beneficiarios del programa 65 y más estaban siendo robados de sus cuentas bancarias donde recibían el apoyo.
El personal de esta oficina informó que durante el 2018 descubrieron decenas de quejas de los ‘abuelitos’ que referían que tenían varios meses sin recibir su apoyo, de modo que cuando preguntaron al banco descubrieron que estaban vinculadas otros números de tarjeta que estaban cobrando el dinero.
Reyna María García García, titular de la SEDESOL Municipal, comentó que hicieron los trámites correspondientes ante la sucursal bancaria para cancelar esas tarjetas y solicitar un nuevo plástico en el que finalmente pudieran sacar su dinero, pues había afectados que tenían hasta un año sin obtener el beneficio.
Aproximadamente los abuelitos reciben unos mil pesos bimestrales y hubo ancianitos que dejaron de cobrar desde hace un año mientras que hubo otros que tenían cuatro meses (dos pagos) sin recibir el apoyo. En promedio, se estima que fue más de un millón de pesos el monto defraudado en agravio de estos 180 beneficiarios.
A pesar de la cuantiosa cantidad no hay denuncias penales al respecto, ya que serían los afectados directos los que tendrían que interponer la demanda, pero la mayoría son personas que no cuentan con asesoría legal ni recursos para cubrir un caso así, por lo que se consideraron satisfechos con haber solucionado el problema a pesar de haber perdido varios meses de ayuda social.
Durante el proceso, comentó la entrevistada, también descubrieron la corrupción que había en la anterior administración encabezada por Daniel Martínez González, pues los abuelitos les ofrecían 50 pesos por las llamadas que los funcionarios hacían, ya que decían que los anteriores servidores públicos les pedían dinero a cambio de las llamadas telefónicas o trámites.
A lo largo del 2018 lograron resolver 179 casos y actualmente sólo queda el de una persona que está por solucionarse. No obstante, en el transcurso se infirió que los anteriores trabajadores municipales podrían haber tenido que ver con este fraude, pues en las cuentas de los adultos mayores se registraron otras tarjetas, lo que habla de una clonación, robó de identidad y abuso de confianza, ya que ellos tenían acceso a las bases de datos de los empadronados.
Afortunadamente la mayor parte de los afectados ya pudieron resolver su situación, aunque por meses perdieron el acceso al apoyo que, muchas veces, representa el único ingreso que tienen para sobrevivir.