Al menos nueve personas murieron y 54 más resultaron heridas este jueves por la explosión de un carro bomba en el interior de la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional en el sur de la capital colombiana, de acuerdo con la agencia AP.
El Gobierno calificó este hecho como «un acto terrorista» e identificó al presunto responsable, que de acuerdo con el fiscal general Néstor Humberto Martínez se trata de José Aldemar Rojas Rodríguez.
El presidente de Colombia, Iván Duque, canceló un consejo de seguridad en la ciudad de Quibdó, la capital del selvático departamento del Chocó, y regresó a Bogotá en compañía del ministro de Defensa, Guillermo Botero, y de la cúpula militar.
«Estoy regresando de inmediato a Bogotá con la Cúpula Militar ante el miserable acto terrorista cometido en la Escuela General Santander contra nuestros policías», dijo Duque en su cuenta de Twitter.
«He dado órdenes a la Fuerza Pública para determinar los autores de este ataque y llevarlos a la justicia. Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo. Colombia se entristece pero no se doblega ante la violencia», agregó el mandatario sin responsabilizar a ningún grupo armado por el ataque.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraron los restos de un vehículo en llamas en el parqueadero del centro de formación de oficiales de la Policía Nacional y socorristas corriendo por el lugar.
En las afueras del complejo policial se reunieron decenas de familiares de cadetes llorando y buscando información sobre la situación de los alumnos buscan convertirse en oficiales, mientras salían ambulancias con heridos y helicópteros de la fuerza sobrevolaban la zona.
La explosión también rompió los vidrios de varios edificios de apartamentos y casas cercanas al establecimiento.
Autoridades señalaron que el ataque dejó nueve personas muertas y 54 más heridas, sin precisar si las víctimas fatales eran civiles o efectivos de la policía. Entre los muertos hay un panameño y un ecuatoriano.
Testigos relataron a periodistas en el sitio que el vehículo entró violentamente al centro de formación policial antes de que se produjera la explosión.
«Es un carro bomba que desafortunadamente vulneró los filtros de seguridad», dijo a periodistas la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez. Las autoridades no han precisado cuántos civiles y policías se encuentran entre las víctimas fatales y los heridos.
Los ataques con vehículos cargados con explosivos han sido frecuentes en Colombia en medio de la guerra del Estado contra el Cártel de Medellín que dirigió el difunto narcotraficante Pablo Escobar, así como por las acciones de los grupos guerrilleros izquierdistas.
Sin embargo, estos hechos se redujeron considerablemente tras el acuerdo de paz que firmaron en 2016 el Gobierno y la desmovilizada guerrilla de las FARC para pone fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260 mil muertos y millones de desplazados.
Pero el grupo rebelde conformado por unos 2 mil combatientes y considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea se ha negado a aceptar las demandas del mandatario.