Pues sí, Tom Brady lo volvió a hacer.
El juego estaba apretado y apareció en el momento justo para aniquilar al rival.
El quarterback de 41 años y llamado «The Goat» (Greatest Of All Time) guió anoche, con un pase de 29 yardas, a los Patriotas a su sexto campeonato en la NFL luego de derrotar 13-3 a los Carneros de Los Ángeles en el Súper Tazón LIII que se jugó en un ruidoso MercedesBenz Stadium con más de 70 mil asistentes.
El juego se caracterizó por la escasa cantidad de puntos. Llegaron al último cuarto empatados 3-3.
Ahí apareció la experiencia del veterano. Brady conectó cuatro pases en fila para abrirle la puerta terrestre a Sony Michel, quien sumó el único touchdown del juego, y dejar el marcador 10-3 tras el punto extra.
El estadio explotó de una emoción contenida, pues la mayoría apoyaba a los Pats.
Durante todo el encuentro manifestaron su preferencia con ensordecedores gritos cuando atacaban los Rams, con la intención de evitar que el joven pasador, Jared Goff, escuchará la instrucción de su coach en las ofensivas.
Luego vendría el remache final de Patriotas con un gol de campo que sentenció el Súper Domingo.
Ya con la victoria en la bolsa, se presentaría un emotivo abrazo entre Brady y el receptor Julian Edelman, quien fue condecorado como el Jugador Más Valioso, gracias a sus 10 recepciones para 141 yardas.
«Es mi hermano menor. Estoy feliz por él», expresó Brady al final del encuentro sobre Edelman.
Con el sexto anillo de los Patriotas alcanzan a los Acereros de Pittsburgh como las franquicias más ganadoras de la NFL… Y Brady aún no se quiere retirar.