Transcurría la mañana cuando un vigilante de Apiver en la Plaza del Migrante Libanés, ubicado en el bulevar Ávila Camacho, encontró a un perro abandonado, el canino estaba amarrado con una correa color azul.
En la correa le dejaron un letrero de cartón sujetado con una pinza para tender ropa, con mala ortografía el letrero decía:
“Se regala perrito por la economía”.
Cuando llegaron los constructores que trabajan en la remodelación de la plaza, se percataron del ejemplar en pleno abandono.
Demesio Pérez García, hombre de buen corazón, amante de los animales, se compadeció de él y decidió adoptarlo, primero le dio agua, lo alimentó y le puso nombre.
El Chirris es color beige con manchitas blancas en la cabeza entre los ojos y el hocico y patas blancas.
Pero su jornada termina en la tarde y el espacio no cuenta con más sombra que la de los monumentos que ahí reposan, entonces Demesio llamó a su esposa para llevarlo a su casa y darle un cálido hogar.
Mientras llegaba la nueva ama del Chirris, los constructores jugaron con él y se adaptó a sus nuevos amigos.
Ahora Chirris cuenta con una familia que lo ama, su salvador Demesio emitió un mensaje para las personas que tienen mascotas y buscan abandonarlos.
El Chirris amaneció en el bulevar solo, a su suerte, y dormirá en compañía de una familia, donde recibirá cariño, alimento.