Al hablar de cuestiones financieras entre parejas, 94 por ciento de los hombres sí confían en hablarlo, mientras que solo 83 por ciento de las mujeres platican cuando cayeron en deudas impagables, de acuerdo con un estudio de Resuelve tu Deuda.
Lo anterior, mediante un sondeo realizado por la reparadora de crédito a mil clientes casados con una edad promedio de 47 años, el cual también arrojó que 86 por ciento de los hombres informa a sus esposas cuánto ganan y solo tres cuartas partes de ellas lo hace.
El director general de Resuelve tu Deuda, Juan Pablo Zorrilla, indicó que tanto como hombres como mujeres coinciden en que los principales motivos para no involucrar a sus cónyuges son la pena, evitar conflictos o reclamos, así como la autonomía financiera.
“Al realizar el estudio descubrimos que nueve de cada 10 encuestados considera necesario que las parejas compartan su información económica. Sin embargo, al plantearles distintos escenarios descubrimos que, llevarlo a la práctica, es más complicado de lo que parece”, argumentó.
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Además, puntualizó que dicha situación de ocultamiento, que se conoce como «infidelidad financiera», podría despertar tensión al interior de la relación si la confianza y la comunicación se ven comprometidas.
Con respecto al comportamiento en pareja con ciertos asuntos financieros, destacó que aproximadamente la mitad de las personas estaría dispuesta a compartir el estado de su cuenta de ahorro y 37 por ciento las deudas que posee.
En el otro extremo, dividir las cuentas de tarjetas de crédito apenas alcanza 14 por ciento, convirtiéndose en el producto al que se le tiene mayor precaución y recelo, explicó la reparadora de crédito.
Al cuestionar a las personas sobre cuántas veces creen que las parejas discuten por dinero, el promedio fue de tres veces a la semana, y al indagar sobre qué tan probable es que un matrimonio se separe por problemas financieros, siete de cada 10 respondieron que es altamente posible.
Bajo este contexto, Juan Pablo Zorrilla recalcó la importancia que tiene tratar la situación económica con honestidad, especialmente cuando se generan planes de vida con otra persona.
