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La Jornada / Dora Villanueva

Ferrocarriles Suburbanos expuso su interés en extender el servicio a los municipios de Huehuetoca y Jaltocan, en el estado de México, y que son aledaños a la Base Militar de Santa Lucía, donde se prevé levantar un aeropuerto comercial antes de que termine 2022.

Max Noria, director de comercialización y administración de riesgos de la empresa, expuso que hasta el momento no se ha hablado con las autoridades sobre el tema, pero eventualmente se necesitará la ampliación.

«Seguimos muy interesados en tener la ampliación hacia los dos ramales que tenemos de inicio en nuestro título de concesión de 2005, uno hacia Huehuetoca y Jaltocan (…) Eso sí lo tenemos muy claro», expuso.

Ambos ramales, detalló, necesitarían una extensión de 18 y 20 kilómetros, respectivamente.

En la presentación de los resultados de la Encuesta de Satisfacción 2018, reportó que en una escala del 1 al 10, los usuarios calificaron el servicio del suburbano con 8 .7, y 91 por ciento de lo hizo con 8, 9 y 10.

En cuanto a la seguridad, 98 por ciento de los encuestados dijo sentirse seguro o muy seguro en las instalaciones de este transporte.

Detalló que hasta el momento no se tienen reporte de intentos de secuestro contra mujeres, según denuncias presentadas por este ilícito en el Servicio de Transporte Colectivo Metro.

Sin reconocer cifras sobre el número de atentados que sí se han presentado, sostuvo que son mínimos y que por lo general no provienen de usuarios. «No necesitamos vagones rosas, no es una necesidad que ahora se tenga», zanjó.

Aseveró que parte de la estrategia de seguridad es mantener las 560 cámaras de videovigilancia –cifra rebasada 11 veces por las 6 mil que hay en el metro- prendidas todo el tiempo y no permitir el ambulantaje.