Miles de seguidores del presidente venezolano Nicolás Maduro se manifestaron este miércoles en Caracas con consignas antiimperialistas, en la conmemoración del Caracazo, como se conoce a la semana de saqueos y disturbios con centenares de muertos que sacudió a Venezuela hace 30 años.
«27 de febrero: Despertar del pueblo anti imperialista», reza la pancarta a la cabeza de la marcha que recorrió unos cuatro kilómetros en el este de Caracas, para concentrase en la barriada popular de Petare.
La manifestación se realizó cinco días después de que la oposición liderada por Juan Guaidó, jefe parlamentario reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, intentó sin éxito ingresar a Venezuela varios cargamentos de alimentos y medicinas.
La asistencia fue rechazada por el gobierno de Maduro, que la considera un pretexto para una invasión militar y bloqueó las fronteras con Colombia y Brasil con efectivos policiales y militares.
«A través de la ayuda, querían tomar el país, pero el pueblo no lo permitirá», asevera Juan Ochoa, de 55 años, a la vez que denuncia «la traición de Guaidó» mientras anima a los manifestantes a corear: «El terrorista es el gringo (Donald) Trump. No te metas con el pueblo».
Mujeres con pelucas con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera nacional, milicianos con uniformes beige y funcionarios estatales con camisetas rojas: muchos recuerdan al fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013), quien con frecuencia evocó al Caracazo como una de sus motivaciones para lanzar en 1992 una fallida intentona golpista.
«Chávez vive en el corazón del pueblo», «Chávez, presidente de mi corazón», dicen grandes pancartas.
Milady Contreras, una ingeniera de 38 años, reconoce las carencias en Venezuela y no desestima la ayuda internacional que se encuentra almacenada en Colombia, Brasil y Curazao, a la espera de que se autorice su ingreso.
«La ayuda la necesitamos, pero hay otros medios, no está bien el mecanismo» de la oposición para traerla, dice a la AFP.
«Mi esposo y yo somos profesionales y tengo una hija única. Pero para los que tienen muchos hijos es muy difícil. No tienen acceso a los alimentos. Es un poco responsabilidad del gobierno y también de los empresarios», refiere.
Venezuela atraviesa por la más grave crisis de su historia moderna, con hiperinflación y escasez de bienes básicos, que desde 2015 ha empujado a unos 2.7 millones de personas a la migración, sobre todo a otros países de Latinoamérica.
En ese contexto, Guaidó ha desafiado a Maduro, a quien califica de «usurpador» por considerar que fue fraudulenta su reelección en 2018.