Los propietarios de pescaderías del mercado municipal “Rosendo Topete Ibáñez” de este municipio, aseguran que sus ventas disminuyen cada año en temporada de Cuaresma hasta en un 10 por ciento.
La tradición de consumir pescados y mariscos se ha ido perdiendo debido a diferentes factores que poco tienen que ver con lo económico, ya que en el mercado se puede encontrar una variedad de productos del mar a precios al alcance de todos los bolsillos.
La mojarra tilapia es la que más buscan y el kilogramo se vende a 80 pesos, aunque también hay pescados como el robalo o el huachinango que resultan más caros, o los camarones que se cotizan hasta en 180 pesos el kilo. Los vendedores de pescados esperan que poco a poco, como vaya avanzando la Cuaresma, se incrementen sus ventas y que en la Semana Santa sea redituable para ellos en cuanto a ventas.
