El gobierno de México mantiene un enfoque de disciplina fiscal en medio de una desaceleración económica, dijo la agencia calificadora Fitch el miércoles, luego de que el gobierno reveló su plan de recortar el gasto ante una menor producción petrolera y un crecimiento más bajo al previsto para 2019. La secretaría de Hacienda redujo su previsión de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 2019 a un rango de 1.1-2.1 por ciento, desde 1.5-2.5 por ciento previo, y de 1.4-2.4 por ciento para 2020, según sus precriterios macroeconómicos enviados el lunes al Congreso.
“El gobierno mantiene una postura fiscal disciplinada a pesar de la perspectiva macroeconómica más débil y a una producción de petróleo menor que la esperada”, dijo Fitch.
La producción de crudo promediaría este año 1.78 millones de barriles por día (bpd), menos que los 1.84 millones bpd presupuestados. Pese al panorama más nublado para la segunda mayor economía latinoamericana, Fitch destacó que Hacienda mantuvo en 1.0 por ciento su meta de superávit primario e, incluso, la mejoró a 1.3 por ciento desde 1.1 por ciento para 2020, cuando prevé un déficit de 2.1 por ciento en el sector público. “Para lograr este objetivo en medio del debilitamiento de los ingresos, el gobierno ahora apunta a una reducción del 0.5 por ciento del PIB en el gasto en relación con el presupuesto aprobado”, dijo.
Para Fitch sigue siendo incierto cuáles gastos podría recortar la administración actual para alcanzar sus objetivos de superávit primario y de déficit, aunque recordó que el partido de gobierno Morena mantiene la mayoría en ambas cámaras del Congreso.
La agencia advirtió que “el compromiso con la disciplina fiscal podría ser puesto a prueba cuando se propongan e implementen recortes de gastos específicos”, debido en parte a que se estima una caída a 23.3 por ciento del PIB en el gasto del sector público no financiero este año, el nivel más bajo desde 2008.