La celebración de la Semana Santa este año en París estuvo llena de tristeza, pero solemne, tras el devastador incendio en la catedral de Notre Dame, ocurrido el pasado lunes.
El viacrucis que se llevó a cabo alrededor de la catedral dañada centró la atención, contrario a otros años que se focalizan en la procesión de la Basílica de Montmartre, en la que acostumbra participar el Arzobispo de París, Monseñor Michel Aupetit.
Con un sol candente, los parisinos y turistas caminaron por el muelle de Orléans, deteniéndose en las doce estaciones del Viacrucis marcadas por un seminarista de la diócesis de París, vestido con una túnica blanca.
El seminarista expresó su sueño de ordenarse en Notre Dame, aunque cuando llegue el momento será en una catedral reconstruida.
El Viacrucis terminó en el Puente de la Tournelle, teniendo como fondo al templo.