El municipio de Hidalgotitlán ya reporta más de 50 reses que han perdido la vida a consecuencia de enfermedades provocado por la falta de pasto y agua.
Al ganado sin vida se le puede observar en los potreros, muchos devorados por las aves de carroña.
A principios de este 2019 sólo se abrieron pocas presas para abastecer un hato ganadero de 1500 cabezas en Hidalgotitlán. La Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca de Veracruz, indicó que el daño al campo veracruzano es irreversible y sólo basta esperar que inicien las lluvias para que las cosas mejoren en el sur.
A marchas forzadas, ganaderos buscan salvar a las reses a medio morir e incluso son aliñadas en los campos para utilizar su carne y regalarla a los trabajadores, antes de que terminen en esqueletos bajo los abrasantes rayos del sol.
Aunque están pronosticados lluvias en esta semana, no ayudará en nada en esta temporada, pues la Comisión Nacional del Agua reporta déficit de lluvias para los meses de junio y julio.
Tras la declaratoria de emergencia por sequía que ha solicitado el Gobierno de Veracruz, se espera puedan tener apoyos para recuperar un poco de lo perdido. Pues una vaca en el mercado, oscila entre 10 mil a 12 mil pesos.