Apple pidió este jueves al Gobierno de Donald Trump a no implementar aranceles de hasta 25 por ciento a una nueva lista de productos importados desde China porque ello reduciría el aporte de la compañía a la economía de Estados Unidos.
La lista incluye todos los productos principales de Apple, como el iPhone, la computadora Mac y los AirPods, además de piezas y baterías utilizadas para reparar productos en EU, explicó la empresa en una carta con fecha del 17 de junio enviada al representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer.
La medida también abarca accesorios que Apple fabrica para los dispositivos, como monitores y teclados.
Los aranceles también reducirían la competitividad mundial de Apple, agregó la compañía con sede en Cupertino, California. Los productores chinos con los que Apple compite en todo el mundo no tienen una presencia significativa en EU, por lo que no se verían afectados por la medida.
Otros competidores extranjeros tampoco se verían afectados, por lo cual las condiciones serían desfavorables para Apple, aseguró la empresa.
«Le instamos a que no proceda con estos aranceles», solicitó Apple.
La firma envió sus comentarios durante el período de consulta pública sobre los aranceles contra unos 300 mil millones de dólares en productos chinos mientras EU busca cerrar un acuerdo con China que combata el déficit comercial, las denuncias de robo de propiedad intelectual y otras prácticas comerciales.
Cientos de compañías y grupos comerciales de EU participarán en una audiencia pública de siete días hasta el 25 de junio. La mayoría se opone a la medida.
Apple es uno de los mayores creadores de empleos de EU, dado que es responsable de dar trabajo a más de 2 millones de personas. Además, la compañía agregó que es el mayor contribuyente corporativo del país en materia de impuestos.
La compañía se comprometió a hacer un aporte directo a la economía estadounidense de más de 350 mil millones de dólares durante cinco años y aseguró que va camino a cumplir ese objetivo.
EU y China anunciaron que los presidentes de ambos países se reunirán en Japón la próxima semana para reiniciar las negociaciones comerciales tras un mes de estancamiento.