Lugar:
Fuente:
La Jornada

Gracias a los instrumentos colocados en la superficie lunar, los científicos han podido reconstruir la estructura interna y comprender por qué el satélite de la Tierra tiene dos caras completamente diferentes. Sin el programa Apolo, ninguno de esos descubrimientos hubiera tenido lugar, dice Dolores Maravilla Meza, investigadora en el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Al recordar que este 16 de julio se cumplen 50 años del inicio de la misión Apolo 11, que llevó a los primeros seres humanos a pisar la superficie lunar, señala también que los rocas y polvos lunares traídos por los astronautas de ésa y las misiones que le siguieron, han permitido también registrar el violento y sorprendente origen de la Luna y su relación con nuestro planeta.

Explicó que cuando llegó la misión Apolo 11 se hicieron estudios de la superficie lunar; se instalaron muchos instrumentos, aparatos para saber si había sismos en la Luna, detectores de partículas energéticas para conocer cómo interactuaban la superficie de la Luna con el viento solar, y se empezaron a hacer estudios para ver si había atmósfera en nuestro satélite natural.

La científica adscrita al Departamento de Ciencias Espaciales, destacó que para lograr que el ser humano llegara a la Luna fue un largo camino, donde investigadores y científicos de diversos países, como Alemania, Rusia y Estados Unidos, experimentaron con cohetes y desarrollaron tecnologías.

“No debemos olvidar sucesos como el de Yuri Gagarin, el primer ser humano que orbitó nuestro planeta a bordo de la nave espacial Vostok, un logro de la Unión Soviética el 12 de abril de 1961”, dijo que la investigadora, al considerar que el programa Apolo y la tecnología que llevó al hombre a la Luna tiene muchos antecesores.

En entrevista con la Academia Mexicana de Ciencia, recordó que este proyecto estadunidense estuvo formado por doce misiones, siendo las últimas siete, las planeadas para que el hombre se posara en la Luna. “Lamentablemente la Apolo 13 fue una misión fallida y solo arribaron a nuestro satélite las Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17. Las primeras misiones de este proyecto exploraron la vecindad de la Tierra e hicieron paseos en la vecindad de la Luna”, dijo.

Maravilla Meza recordó que en la primera misión del Apolo hubo un accidente y terminaron calcinados tres astronautas (Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee). “Eran los primeros hombres que iban a tener una misión completamente diferente a la de los satélites artificiales que ya se habían colocado alrededor de la Tierra”, pero que finalmente fue el 21 de julio, la fecha en que la huella del ser humano quedó plasmada por primera vez sobre la superficie lunar.