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La Jornada / Israel Rodríguez

Por segunda ocasión en el año, el Banco de México (BdeM) modificó sus perspectivas de crecimiento de la economía mexicana para 2019 de un intervalo de entre 0.8 por ciento y 1.8 por ciento en la estimación anterior, a uno de entre 0.2 y 0.7 por ciento.

Para 2020 se espera que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se ubique en un intervalo de entre 1.5 por ciento y 2.5, rango que se compara con el de 1.7 y 2.7 por ciento del rango previo.

El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, explicó que la revisión para 2019 se deriva de que el crecimiento del Producto Interno Bruto fue menor a lo previsto, así como de ajustes a la baja en el crecimiento esperado a lo largo del horizonte de pronostico para la producción industrial en Estados Unidos y en la plataforma de producción petrolera.

Entre los principales factores que ponen en riesgo el crecimiento destacan que persiste la incertidumbre respecto a la posibilidad de un surgimiento de disputas comerciales y un escalamiento mayor de las ya existentes, que afecte el crecimiento, la inversión y el comercio globales.

“En ese sentido, persiste la posibilidad de que Estados Unidos anuncie acciones en materia comercial contra México, posiblemente asociadas con temas no comerciales”, advirtió.

Adicionalmente, que el proceso de ratificación del T-MEC se prolongue en Estados Unidos y Canadá, generando mayor incertidumbre y afectando la inversión.

En el ámbito interno, que persista el ambiente de incertidumbre que ha venido afectando la inversión y que ello ocasione que se difieran planes de inversión o que los consumidores reduzcan su gasto de manera precautoria.

También que se observe un deterioro adicional en la calificación de la deuda soberana o de Pemex, lo que podría afectar el acceso a los mercados financieros.