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La Jornada / Angeles Cruz y Víctor Ballinas

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) invertirá más de 16 mil millones de pesos en contratación de personal médico y de enfermería, así como en la construcción de infraestructura. La meta es revertir el desequilibrio que en los pasados 30 años se impuso en favor de la salud financiera del organismo.

Se dejó de lado la atención a la salud de los derechohabientes. Por eso las largas filas de espera, tiempos prolongados para las consultas médicas de especialidad y la realización de cirugías, señaló el director del IMSS, Zoé Robledo, en su comparecencia ante el Senado de la República.

En su primera intervención señaló que uno de los indicadores que dan cuenta del desequilibrio entre la salud financiera y la salud de los derechohabientes es el déficit en el número de camas censables. Hay 0.67 por cada mil derechohabientes, mientras el promedio en los países de la OCDE es de 4.8 por mil.

Esta y otras carencias son, dijo, evidencia de que se perdió el rumbo de la seguridad social. Hoy es urgente un cambio de ruta.