El presidente de Chile, Sebastián Piñera, presentó el lunes a nuevos miembros de su gabinete, el cual cambió en respuesta a diversas protestas de prácticamente todos los sectores que demandan mejoras sociales.
El gabinete presidencial está integrado por 24 ministros, pero Piñera decidió cambiar a los ocho titulares de las principales carteras del gobierno, como Seguridad Pública y Hacienda, dos áreas duramente criticadas en los últimos días
Los nuevos titulares de Hacienda y Seguridad Pública son militantes del partido Evolución Política (EVOPOL), que integra la actual coalición en el gobierno y son vistos más accesibles y abiertos al diálogo.
El anterior ministro de Hacienda, Felipe Larraín, admitió el lunes que “no supimos interpretar bien lo que estaba pasando”.
El senador de oposición Ricardo Lagos Weber valoró el cambio de gabinete, aunque dijo que hay que esperar los resultados.
El diputado comunista Guillermo Teillier afirmó que la modificación del gabinete “fue impuesto por la gente”, y está por verse “si va a significar medidas de fondo”.
Las protestas tuvieron como punto de inicio un aumento a la tarifa en el Metro.
Ahora, el abanico de exigencias va desde mejores pensiones, salud y educación, rebajas en servicios públicos, medicamentos, más viviendas sociales, una nueva Constitución, ciclovías e impuestos al patrimonio.
“No basta con un cambio de gabinete, necesitamos cambios de verdad en la salud, la educación, las pensiones”, dijo Omar Soto, de 34 años y dueño de un pequeño comercio de celulares.
Piñera ha tratado, sin éxito, de frenar las protestas con anuncios de reducciones en precios de luz y medicamentos, pequeños incrementos a pensiones de los más pobres y al salario mínimo, alza en impuestos a los que ganan más de 11 mil dólares, y con un proyecto de rebajas a los salarios y asignaciones a los parlamentarios, que oscilan entre 27 mil y 44 mil dólares mensuales.
También se multiplican las voces que exigen investigar las denuncias de violaciones a los derechos humanos desde la vigencia del estado de emergencia en el país, que fue levantado el lunes tras 10 días de vigencia.
Piñera dijo que investigarán si ha habido abusos. “No tenemos nada que ocultar”, aseguró.
El lunes se espera la llegada a Chile de una misión enviada por Bachelet, en su calidad de Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que investigará hasta el 2 de noviembre las denuncias de violaciones a los derechos básicos.
Paolo Mefalopulos, representante en Chile de la agencia de la ONU para la infancia (UNICEF), aseguró la víspera que han recibido denuncias de violaciones a los derechos de niños y niñas, y que 318 menores han sido detenidos durante la vigencia del estado de sitio, que fue levantado el lunes.
El doctor Patricio Meza, vicepresidente del Colegio Médico de Chile, denunció el lunes que en los últimos 10 días han recibido más 130 pacientes, de los cuales al menos un tercio llegaron sin visión en un ojo, resultado de heridas con perdigones.
Sergio Micco, director del autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos, dijo que 3.243 personas han sido detenidas, 1.132 heridas, de las cuales 238 han sido por arma de fuego. Añadió que ha presentado 101 acciones judiciales.