El líder opositor boliviano, Luis Fernando Camacho, dijo que este miércoles volverá a La Paz para exigir la renuncia del presidente Evo Morales, tras verse forzado a regresar a la ciudad de Santa Cruz ante las protestas de partidarios del gobierno.
Camacho había viajado desde Santa Cruz, donde está su sede de operaciones, con una carta de renuncia para Morales, luego de haber urgido a los bolivianos a “paralizar” las instituciones del gobierno en un acto realizado el lunes.
La policía de Bolivia informó a un grupo de manifestantes que se encontraban fuera de la terminal donde Camacho permaneció por horas, que el opositor ya había abandonado el aeropuerto de El Alto, una ciudad ubicada en las afueras de la capital boliviana.
“Diez mil hombres estaban desplegados de un partido político para que un solo hombre no pueda entrar a La Paz. Eso es una muestra clara de miedo”, dijo Camacho a periodistas.
“Por lo tanto, el día de mañana (miércoles) a las dos y media de la tarde yo retorno a la ciudad de La Paz y así va a ser va ser todos los días hasta que yo llegue a entrar a palacio de gobierno”, agregó.
Camacho había dicho en las primeras horas del martes a través de Twitter que no pudo salir del aeropuerto debido a que temía por su seguridad ante la presencia de partidarios del gobierno en las afueras del aeropuerto. Estos luego ingresaron al edificio.
«Quiero despejar cualquier especulación. Estas personas van a arribar en los próximos minutos a la ciudad de Santa Cruz con todas las condiciones de seguridad», dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en una conferencia de prensa poco después de la partida de Camacho en una avioneta.
El pedido de renuncia de Morales que llevaba el opositor es el último capítulo de semanas de protestas y huelgas a lo largo del país provocadas por la cuestionada victoria que obtuvo Morales en los comicios presidenciales de octubre.
Las protestas han sido lideradas por detractores del mandatario y también por quienes defienden su reelección.
El ministro de Economía Luis Arce dijo este martes que el cierre de las sucursales del estatal Banco Unión – producto de las protestas convocadas por la oposición – afectará el pago de los subsidios sociales, uno de los pilares del gobierno de Morales.
