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La Razón Online

Como lo había prometido, en el ánimo de hacer que Estados Unidos deje de ser “la policía del mundo”, el presidente Donald Trump recortará la ayuda de Washington a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el mecanismo de defensa creado tras la Segunda Guerra Mundial, para evitar un conflicto de aquellas proporciones.

La medida, que sigue a las críticas del magnate de que los miembros del tratado abusan del brazo militar estadounidense, sin comprometerse a una contribución justa, plantea una nueva fórmula en la que obliga a los aliados a cubrir los fondos que dejará de suministrar EU.

En la actualidad, Estados Unidos es el país que más dinero desprende a la OTAN, más de 3 por ciento de su PIB; sólo su gasto de defensa equivale a 68 por ciento de lo que erogan los 29 Estados integradores, de éstos, apenas ocho cumplen con la norma de destinar 2 por ciento de su producto interno bruto.

De acuerdo con The Hill, la fórmula de financiamiento se acordó en reuniones previas a la cumbre de líderes, que se llevará a cabo la próxima semana en Londres, un encuentro que tratará de reformar el tratado, en medio de tensiones nucleares de Estados Unidos con Rusia, con Corea del Norte y con Medio Oriente.

La administración Trump ha significado un nuevo paradigma que debilita el protagonismo estadounidense en los asuntos globales.

Varios funcionarios del Pentágono confirmaron a The Hill que el recorte presupuestal hará que la participación estadounidense baje de 22 a 16 por ciento del presupuesto de la organización, para acercarse a lo aportado por Alemania, que constituye poco más de 14 por ciento, hasta este año.

Según acuerdos anteriores, Estados Unidos proporcionó 22 por ciento de la financiación directa de la OTAN, que cubre el mantenimiento de la sede, inversiones conjuntas de seguridad y algunas operaciones militares combinadas.

Aunque la medida es en gran parte simbólica —el presupuesto actual de la OTAN es relativamente pequeño, aproximadamente 2.5 mil millones de dólares—, supone un debilitamiento de Estados Unidos como entidad hegemónica en el bloque, justo después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijera que el tratado está “desahuciado”.

“Todos los aliados acordaron una nueva fórmula de costos compartidos, atribuidos a la mayoría de aliados europeos y Canadá, que aumentarán, mientras que la participación de Estados Unidos disminuirá”, dijo a CNN un funcionario no identificado de la OTAN. “Ésta es una demostración importante del compromiso de con un reparto de la carga más justo”.

REANUDA NEGOCIACIÓN CON EL TALIBÁN. Trump, quien se reunió ayer con su homólogo afgano, Ashraf Ghani, tras aterrizar de sorpresa en la base aérea de Bagram, resaltó que su gobierno retomó las conversaciones con la facción islámica fundamentalista, pues aseguró, los insurgentes quieren que se anuncie un alto al fuego.

“Los talibán quieren lograr un acuerdo, veremos si lo alcanzan. Si lo hacen, está bien, y si no, también está bien”, sostuvo, en el marco de su visita a las tropas estadounidenses en Afganistán, a propósito del Día de Acción de Gracias.

Apenas en septiembre, Trump suspendió las conversaciones con los talibán en respuesta a un atentado que mató a un militar estadounidense y a otras 11 personas en Kabul, días antes.