Aunque la producción de cerveza artesanal crece a una tasa media anual de 53.29 por ciento en el país, la participación femenina en este sector es apenas de 35 por ciento, indica el último reporte de la Asociación de Cerveceros Artesanales de México (Acermex), un panorama que cada vez más mujeres buscan cambiar.
Alexia Sandoval es una de estas emprendedoras que, con su cervecería artesanal Diosas, derriba el mito de que la cerveza es asunto de hombres, pues su producto rescata la idea de que en las antiguas civilizaciones eran las mujeres quienes preparaban esta bebida.
“(Es) un proyecto feminista en cuanto a recuperar valores femeninos y a recuperar un producto que originalmente ha sido elaborado por nosotras. Desde hace 3 mil años, las originarias en hacer la cerveza fueron las mujeres”, explica Sandoval desde su planta en Ciudad de México.
La empresaria primero incursionó en el gremio en puestos de atención al cliente hace 10 años, cuando notaba que las mujeres solían rechazar la cerveza por considerar que era amarga o porque la mercadotecnia de estas bebidas industriales se enfocaba solo en los hombres.
Sin embargo, con la llegada de la cerveza artesanal, la mexicana también se percató de que las mujeres tenían mayor sutileza para apreciar otras características de la bebida, como sabores, aromas y texturas.
“Entonces pensé que ellas tienen una percepción sensorial un poco más abierta y, sobre todo, más porque les estás ofreciendo un producto nuevo, que a lo mejor no habían probado antes y pueden degustarlo un poco mejor”, comenta.
Por estas razones, ella desarrolló cuatro estilos de cerveza que rescatan a diosas antiguas e ingredientes mexicanos: Venus, con tuna roja; Isis, con especias y nuez moscada; Athena, con toronja y otros cítricos, y Mist, con avellana.
Aunque la emprendedora advierte retos para las mujeres, como en las demás industrias, destaca como fortaleza la visibilidad que han tenido al conformar agrupaciones como Adelitas, que nació para apoyar a las trabajadoras del gremio.
“Sí estamos. Sí existimos más. Y eso es lo bueno, porque yo creo que también, debido a eso, ha habido un poco más de apertura en cuanto al grupo masculino. Ya somos aceptadas y, sobre todo apoyadas”, reflexiona.
LUCHAN POR INCLUSIÓN
La participación de las mujeres en la industria incrementó de 23.8 por ciento en 2017 a 35 en 2018, de un total de 6 mil 373 empleados, informa la Acermex, que también registra 940 cervecerías independientes, en comparación con las 26 que había en 2011.
Aun así, Andrea Vázquez, directora de esta asociación, matiza que muchas de estas trabajadoras ocupan puestos de menor nivel y menos salario que los hombres, como en el resto de los sectores.
“Creo que hace falta sensibilidad también. Y entender el término de la equidad. Es un poco difícil que haya visibilidad de las mujeres en el campo de trabajo en una industria en la que participan tan poquitas”, opina.
Pese a que la cerveza artesanal representa apenas el 0.16 por ciento de la producción nacional de esta bebida, su llegada a México ha traído una variedad de sabores que permite captar a una mayor diversidad de consumidores.
Por ello, Vázquez considera importante la inclusión y la visibilidad de las mujeres, quienes pueden colaborar con su talento y experiencia a robustecer este sector, que tiene muchas oportunidades de crecimiento.
“En general, las mujeres sí necesitamos ser visibles, ser escuchadas, estar en industrias en donde podamos expresar todas nuestras habilidades y hacerlas ver. Y tenemos que ser más y tenemos que tener mejores oportunidades porque tenemos mucho que aportar”, manifiesta.
Dentro de los proyectos de las cerveceras está el destape este mes de “Las Hermanas”, primera cerveza artesanal binacional elaborada por mujeres en Estados Unidos y Nuevo León.
También está el segundo encuentro de mujeres cerveceras en Latinoamérica que se celebrará en México, con fecha exacta aún por definir.
Por otro lado, Vázquez indica que Acermex también trabaja por una legislación más favorable para la cerveza artesanal, que incluya una definición legal del producto y una tasa impositiva más favorable.