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La Jornada

La racha de menores ventas en el sector automotriz que arrancó en junio de 2017 se prolongó a 2020. Durante el último enero se comercializaron 104 mil 832 vehículos, lo que implica una baja de 6 por ciento anual, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las cifras negativas acumulan 32 meses y seguirán retrocediendo a lo largo del año, estimó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) una vez que se publicaron los números. Ello porque “los factores negativos que influyeron mayormente en 2019 en el mercado automotor se mantienen presentes”, en particular la baja en la confianza empresarial.

De las 27 marcas a las que se da seguimiento, 18 reflejaron menores ventas respecto a enero de 2019. Nissan –que concentra la mayor parte del mercado, dado que uno de cada cinco autos que se comercializan en México provienen de la empresa japonesa– dejó de vender 2 mil 335 vehículos respecto a enero del año pasado; le siguió General Motors, el segundo principal distribuidor, que restó en mil 864 unidades y Toyota en 838.

Caso contrario fue el de Renault que vendió 495 vehículos más que el año pasado; Volkswagen que es la tercera firma con más presencia comercial en el país sumó 365 unidades respecto a enero de 2020 y Hyundai 362.

Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la AMDA, también subrayó que frente a la situación es necesario aplicar un Programa de Fortalecimiento del Mercado Interno Automotor, coordinando acciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la banca de desarrollo y la Secretaría de Economía y frenar la introducción de vehículos de contrabando.

Sobre este último punto, el dirigente llamó a que el gobierno se coordine con Jaime Bonilla, gobernador de Baja California, para concretar una iniciativa de ley que regularice los vehículos de contrabando. “De continuar con los estímulos para la introducción de contrabando se continuará agravando la crisis del sector automotor”, resolvió Rosales.

Durante los últimos tres años el sector ha perdido mercado, al grado de que el año pasado tuvo las caídas más altas frente a la crisis de 2009.