Lugar:
Fuente:
EFE

Las autoridades de Wuhan, capital de la provincia china de Hubei y epicentro del brote del nuevo coronavirus, endurecieron hoy la cuarentena a la que está sometida la ciudad desde el pasado 23 de enero con medidas como el cierre de todos los complejos residenciales.

El Gobierno de la ciudad publicó hoy en su página web nuevas directrices para el control de la epidemia, en las que indica que todas las urbanizaciones de la ciudad quedarán selladas a partir de hoy para minimizar el flujo de personas.

Según el diario oficial Global Times, que muestra imágenes de barreras improvisadas en los complejos donde no hay vallas, las personas encerradas en sus comunidades seguirán pudiendo recibir pedidos de comida y otros enseres a domicilio.

Las autoridades de la urbe, la séptima más poblada de China, indicaron que todos los edificios donde haya casos confirmados o sospechosos deberán ser sellados al exterior y gestionados “de forma estricta”.

El Centro de Protección de Salud del Departamento hongkonés de Salud evacuó a algunos vecinos del edificio de viviendas públicas tras la aparición de dos casos del nuevo coronavirus para reducir el riesgo de nuevos contagios. Foto: Kin Cheung, AP

En esta imagen proporcionada por la agencia de noticias Xinhua, el Presidente de China, Xi Jinping, a la izquierda con máscara protectora, pasa un control de temperatura corporal antes de visitar un centro de salud en Beijing, el lunes 10 de febrero de 2020. Foto: Pang Xinglei/Xinhua vía AP

Asimismo, se reclama a los ciudadanos que “apoyen activamente” estas medidas y se les invita a “disuadir” a quienes “interfieran y dificulten” su aplicación.

Otra de las iniciativas hechas públicas hoy por la ciudad es que todos aquellos que tengan síntomas relacionados con el coronavirus, aunque sean leves -por ejemplo, fiebre-, deberán procurar atención médica en los centros de salud más cercanos y no ir a los de otros distritos, para tratar de evitar la propagación del virus.

En caso de que deban ser ingresados y que el centro en cuestión no cuente con camas suficientes, la clínica deberá encontrar un lugar en el vecindario donde se pueda llevar a cabo el periodo de observación.

El Ejecutivo local decidió cerrar la urbe el pasado 23 de enero para intentar evitar que el virus se expandiera, aunque ha recibido críticas por no haber tomado esa decisión antes, ya que cinco millones de personas habían salido de la ciudad en los días anteriores como parte del éxodo anual por las vacaciones del Año Nuevo chino.

Tras el cierre, quedaron nueve millones de personas dentro de Wuhan, ciudad en la que se cree que surgió el brote en un mercado donde se vendían animales salvajes de forma ilegal.

Hasta el momento, se han registrado 18 mil 454 casos y 748 muertes en Wuhan, cifras que representan el 43 por ciento y el 74 por ciento, respectivamente, del total nacional.

CHINA, CASI PARALIZADA

Las ciudades de China continúan casi paralizadas, con muy poca gente y automóviles por las calles, pese a la vuelta al trabajo de los sectores esenciales recomendada por el Gobierno, que hoy reconoció la escasez de mascarillas en el país, un equipamiento clave para combatir la epidemia.

Las muertes provocadas por el virus superan ya el millar, y este lunes alcanzaron un récord diario con 108 fallecidos, la primera vez que se sobrepasa el centenar de víctimas mortales en una sola jornada.

La mayoría de las empresas han pedido a sus empleados que realicen teletrabajo, lo que, unido al temor a un virus del que se desconocen todavía muchos detalles, lleva a los ciudadanos a mantenerse encerrados en sus viviendas y a que las calles sigan desiertas.

En Pekín, según constató hoy EFE, la práctica totalidad de los locales comerciales permanecían cerrados, con la excepción de supermercados y algunas pequeñas tiendas de alimentación, al igual que la mayoría de los bancos y bloques de oficinas.

Las grandes avenidas y centros comerciales vacíos, junto a una nube de contaminación especialmente intensa, conferían hoy a la capital un aspecto fantasmal.

El aumento de los nuevos casos diarios (2 mil 478 los más recientes) se ha ralentizado desde hace siete días, lo que, según el Gobierno, es un signo positivo de que la epidemia está remitiendo, aunque los científicos no se ponen de acuerdo en ese extremo ni sobre cuándo se podría alcanzar la cota máxima de contagio desde la que las cifras de afectados comiencen a descender.

Gente con mascarillas de protección en una esquina en una calle de Hong Kong, el domingo 9 de febrero de 2020. Foto: Vincent Yu, AP

Un hombre con mascarilla junto a una fila de bicicletas de alquiler estacionadas ante una estación de metro en Beijing, el lunes 10 de febrero de 2020. Foto/Andy Wong, AP

La provincia de Hubei, foco de la epidemia, continúa concentrando la gran mayoría de los nuevos casos y de los fallecimientos, con 2 mil 97 y 103, respectivamente.

EL GOBIERNO RECONOCE LA ESCASEZ DE MASCARILLAS

En algunas ciudades del país, las autoridades locales han reducido los transportes públicos o establecido requerimientos previos a las empresas para reanudar su actividad, e incluso detenido a algunos empresarios por hacerlo, lo que fue criticado hoy por el Gobierno central de Pekín.

“Esa tendencia debe cesar. Pararemos estrictamente las restricciones para reanudar la producción de una forma tosca y demasiado simplificada”, dijo hoy en una rueda de prensa Ou Xiaoli, director de desarrollo social de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el principal órgano planificador del Ejecutivo chino.

En este sentido, destacó que la reanudación de la producción debe ser “equilibrada” a lo largo del país y diferente en cada provincia, según su grado de afectación por la epidemia.

La tardanza en retomar la actividad está afectando también a la producción de mascarillas, imprescindibles para evitar la propagación del coronavirus, que se encuentra sólo al 76 por ciento de su capacidad, según reconocieron hoy los portavoces oficiales.

Ou admitió que “la escasez de mascarillas es un problema” en el país e instó a todas las fábricas a producir al máximo de capacidad.

Dos niñas viajan en el metro de Hong Kong el sábado 1 de febrero de 2020, durante la emergencia por el coronavirus. Foto: AP

Un trabajador médico escribe en un tubo tras recoger una muestra de un paciente en un hotel utilizado para colocar a personas en cuarentena en Wuhan. Foto: Chinatopix vía AP

Para ello, dijo que el Gobierno chino ayudará a las industrias que tengan problemas financieros o de suministros para reanudar la producción y pidió a las empresas que aumenten el salario a sus trabajadores para que puedan fabricar las 24 horas del día.

“La escasez de mascarillas es un problema, ningún país del mundo podría solucionarlo en una situación como esta en la que el temor de la gente ha incrementado la escasez al comprar en exceso”, afirmó.

160 MILLONES DE PERSONAS DEBEN REGRESAR TODAVÍA

Varios organismos públicos y privados realizaron hoy llamamientos a países y compañías extranjeras para que realicen donaciones, especialmente de mascarillas, gafas médicas y trajes protectores.

Aunque se esperaba que esta semana regresase el grueso de los chinos que habían viajado a sus lugares de origen para pasar las vacaciones del Año Nuevo lunar, el director de Transportes del Ejecutivo, Xu Yahua, dijo hoy que se prevé todavía que 160 millones de personas vuelvan a sus hogares la próxima semana.

Tanto para su vuelta como para los de que están regresando ya esta semana Xu destacó que se han esterilizado los transportes públicos y se realizarán controles de temperatura en todas las estaciones de trenes, autobuses y aeropuertos.

EL PERIODO DE INCUBACIÓN PODRÍA SER DE 24 DÍAS

Personal médico, vestidos con trajes de protección, trasladan a un paciente afectado por un coronavirus a una zona de aislamiento en un hospital de Fuyang, en la provincia de Anhui, en el centro de China, el 1 de febrero de 2020. Foto: Chinatopix vía AP

Ilustración proporcionada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) en enero de 2020 del 2019 Novel Coronavirus (2019-nCoV). Foto: CDC vía AP, Archivo

Entretanto hoy se conoció un estudio realizado por 37 investigadores de hospitales y escuelas médicas chinas que indica que el periodo de incubación del coronavirus podría ser de hasta 24 días, mucho más largo de lo que se pensaba hasta el momento.

El estudio, en el que participó también el prestigioso epidemiólogo chino Zhong Nanshan -jefe del equipo médico designado por el Gobierno para investigar la nueva neumonía-, señala que sólo un 43.8 por ciento de los pacientes analizados mostraron, en su primer visita al médico, fiebre, hasta ahora considerada como uno de los primeros síntomas.

“La ausencia de fiebre”, explica el texto, “es más frecuente (entre los pacientes estudiados) que con el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), por lo que puede que no se diagnostique a esos pacientes si la vigilancia para determinar los casos se centra sobre todo en la detección de fiebre”.

La muestra se realizó sobre mil 99 pacientes con infección de coronavirus diagnosticada hasta el 29 de enero en 552 hospitales de 31 regiones de China, con una media de edad de 47 años y de los cuales el 41.9 por ciento eran mujeres.

Entre los pacientes -el 26 por ciento no había viajado a Wuhan, epicentro de la epidemia, o estado en contacto con gente de allí recientemente-, el periodo medio de incubación del virus fue de tres días y no de 5.2, como se había concluido en anteriores investigaciones, aunque los casos estudiados indican alguna incubación de hasta 24 días.

Zhong, que había pronosticado que el “pico” de la epidemia se alcanzaría el pasado 7 de febrero, ha corregido sus previsiones y habla ahora de siete días o diez días más para llegar al apogeo.