El sitio arqueológico San Francisco Toxpan, ubicado en Córdoba, no fue fundado por ninguno de los grandes grupos culturales que habitaron el actual territorio veracruzano, como los totonacos o los olmecas, sino por uno local muy particular, planteó el académico de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), Omar Melo Martínez.
“Creo que fue un enclave bastante importante de control de paso, tanto de personas como de productos, básicamente de obsidiana, toda vez que estamos en un punto desde el cual es fácil llegar al Pico de Orizaba, donde están las minas”, dijo Melo Martínez en entrevista para Universo.
“En su momento, desde ahí se controló la obsidiana y se repartió hacia la costa del Golfo y el Altiplano central”, indicó con base en el material que se ha encontrado en el lugar (lascas, navajillas, núcleos agotados y formas).
El arqueólogo comentó que la obsidiana tenía gran valor en épocas pasadas, dada su utilidad en la vida cotidiana, de la misma manera que en las sociedades actuales hay materias primas muy preciadas, como el acero.
“En aquel momento era uno de los implementos de mayor utilidad para los mesoamericanos. Incluso, las crónicas de la Conquista cuentan que los españoles preferían el filo de la obsidiana que el de sus espadas para rasurarse.”
De acuerdo con las investigaciones realizadas, Toxpan (expresión náhuatl que significa “Lugar de conejos”) fue habitado en el periodo Clásico temprano y hasta el Postclásico temprano (300 al 1100 después de Cristo).
“Estoy hablando del momento en el que tentativamente se construyeron las grandes estructuras; eso no implica que haya antecedentes de ocupaciones anteriores.”
Aunque comúnmente se piensa que los grupos culturales que habitaron Veracruz fueron los huastecos en el norte, totonacas en el centro y olmecas en el sur, ninguno de éstos fue el artífice de Toxpan; a decir del arqueólogo, esta ciudad fue habitada por un grupo cultural local muy particular: “No es nada descabellado decirlo, al contrario, es darle su lugar a los entornos.
”Probablemente hubo otros grupos culturales que se asentaron en la región, pero en su momento o después de esta ocupación. Se han encontrado filiaciones de grupos olmecas en la zona, pero eso no pone en evidencia que Toxpan era olmeca, también hay grupos nahuas hasta la fecha, pero eso no quiere decir que sea nahua.”
Época contemporánea
Ese lugar ubicado en la zona norte de Córdoba ha pasado por tres ocupaciones: prehispánica, colonial y contemporánea. Dado el contexto, no se descarta el saqueo de piezas, la destrucción de basamentos piramidales y que la antigua ciudad abarcara una extensión mayor, esto con base en estudios previos realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Por ejemplo, el sitio arqueológico fue terreno en el que se cultivó caña, café y cítricos, pues perteneció a la ex hacienda Santa Margarita, fundada en la primera mitad del siglo XIX; cerca estaba el Ingenio de San Francisco y de ahí es que se toma su actual nombre.
Omar Melo, también curador del acervo Culturas del Centro en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), recordó que fue en 2005 cuando familias cordobesas decidieron donar a la UV parte de ese terreno.
Se trató de 15 hectáreas y en nueve de ellas se encuentra el sitio arqueológico, por lo cual la Universidad se comprometió a coadyuvar con el INAH en la protección y defensa de dicho patrimonio.
“En 2006 se hizo un proyecto de salvamento, porque la intención de la UV era construir la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información, hoy Centro Universitario para las Artes, la Ciencia y la Cultura (CUACC).”
A partir de 2018, Omar Melo y Martha Judith Hernández Velasco realizan temporadas de campo en el sitio, con el aval del Consejo de Arqueología del INAH; en ellas participan estudiantes del programa educativo de Arqueología, adscrito a la Facultad de Antropología de la UV, quienes realizan trabajos de excavación y prospección.
Sitio único en Mesoamérica
San Francisco Toxpan consta de dos grandes plazas, la Norte y la Sur, y un juego de pelota; hasta la fecha se han contabilizado 21 estructuras, entre grandes y pequeñas.
El entrevistado hizo hincapié en que el juego de pelota es un elemento característico del territorio mesoamericano que habla de la importancia que tuvieron determinados espacios, pues no cualquiera lo tenía.
Otra distinción son los basamentos piramidales de hasta 15 metros de altura. Se trata de estructuras realizadas en piedra careada con núcleos de piedra bola, y aunque no han encontrado evidencia de estuco, probablemente fueron repelladas con barro.
“Por desgracia no tenemos grandes esculturas. Precisamente en esta temporada de campo Enero 2020 hicimos una excavación en una piedra de la Plaza Sur, se cree que era un altar para sacrificio, pero no se encontró evidencia de ello; lo que sí identificamos fue, aparentemente, parte de un marcador de juego de pelota.”
Cabe señalar que en esta temporada de campo los 15 alumnos excavaron tres pozos, con sus respectivas extensiones.
Para el entrevistado, San Francisco Toxpan es único en el país, dadas sus características de resguardo, pues ni la Universidad Nacional Autónoma de México ni la Escuela Nacional de Antropología e Historia tienen en comodato un sitio arqueológico.
“Salvo que otros compañeros me corrijan, somos la única universidad mexicana que tiene bajo su resguardo un sitio arqueológico. Entonces, tenemos la oportunidad y a la vez la responsabilidad de coadyuvar con el INAH a la protección de ese patrimonio.”
Recientemente la UV, el INAH y el Ayuntamiento de Córdoba se reunieron para trabajar en una propuesta tripartita que potencie el sitio arqueológico.
La pretensión es integrar un entorno ecoarqueológico, toda vez que en 2008 se realizó un inventario de flora y fauna en el sitio y fue abrumadora la cantidad de especies identificadas.
Para Omar Melo, San Francisco Toxpan es también un sitio único en Mesoamérica y las investigaciones que continuarán desarrollando ahí les permitirán saber más de él.
“Este espacio tiene ciertas condicionantes que lo hacen muy particular: la apropiación del espacio, la topografía y el simbolismo, porque hay una recuperación de saberes bastante fuerte. Se trata de unas lomas que van a dar a una barranca. Desde ahí se puede apreciar un entorno impresionante.”
Por: Karina de la Paz Reyes Díaz