El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, lanzó ayer un llamado a un alto el fuego inmediato y global para proteger a los civiles de los países en conflicto de la pandemia del Covid-19.
La furia del virus revela claramente que la guerra es una locura, subrayó durante una breve alocución en la sede de la ONU, sin citar a ningún país en particular.
Es tiempo de confinar el conflicto armado y de enfocarnos juntos en la verdadera batalla de nuestras vidas, indicó en un encuentro virtual con la prensa.
Inspirémonos en las coaliciones y diálogos que lentamente están tomando forma entre las partes beligerantes en algunas partes del mundo para permitir enfoques conjuntos ante el nuevo coronavirus. Pero necesitamos mucho más: poner fin a la enfermedad de la guerra y combatir la pandemia que está haciendo estragos en nuestro mundo, expresó.
“Esto empieza deteniendo los enfrentamientos en todas partes. Es lo que necesitamos ahora más que nunca.
El Covid-19 es un enemigo común. El virus no toma en cuenta nacionalidad o etnia, facción o creencia. Ataca a todos de manera implacable, sostuvo Guterres.
“No olvidemos que en los países asolados por la guerra, los sistemas de salud han colapsado. Los expertos de salud, a menudo pocos, son atacados con frecuencia y los refugiados y otros desplazados por los conflictos violentos son doblemente vulnerables.
La furia del virus ilustra la insensatez de la guerra, expresó.
Siria reportó su primer caso del Covid-19, país que ya ha sufrido 10 años de brutal guerra, y se han notificado contagios en otros lugares conflictivos como República Democrática del Congo y Afganistán.
Expertos y diplomáticos dan por hecho que el virus causará estragos en países en conflicto, que a menudo son muy pobres y tienen sistemas de atención médica frágiles.
Silencien las armas, detengan la artillería, pongan fin a los ataques aéreos, exclamó.
Concretar la suspensión de los combates será crucial para abrir corredores y entregar ayuda que salve vidas, destacó.
Después del llamado de Guterres la semana pasada a dar una respuesta global a la pandemia que ha puesto en riesgo millones de vidas, se espera que la ONU revele mañana un plan mundial detallado de ayuda humanitaria con la creación de un fondo dedicado a la lucha internacional contra el virus, con un llamado para financiar un fondo dedicado a esta lucha por un monto de 2 mil millones de dólares.
Guterres agradeció la tregua humanitaria pactada por el gobierno de unidad de Libia y las fuerzas del este y abogó por que se traduzca en un alto el fuego permanente y en un cese inmediato e incondicional de hostilidades.
Llamó a las partes beligerantes a unir fuerzas para abordar la amenaza del Covid-19 y garantizar el acceso sin trabas a la ayuda humanitaria en todo el país, señaló en un comunicado su portavoz, Stéphane Dujarric.
El conflicto en Libia se recrudeció en abril de 2019, cuando las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar pusieron en marcha una ofensiva para conquistar Trípoli, sede el gobierno de unidad.
Además, Haftar anunció a mediados de diciembre el inicio de la “batalla final“ por Trípoli y ordenó a sus fuerzas avanzar hacia la ciudad. En este contexto, sus fuerzas tomaron por sorpresa a principios de enero la ciudad de Sirte, en un duro golpe al gobierno de unidad.