Paulo Costa, peleador brasileño de artes marciales mixtas, ha asegurado en una entrevista con Ag Fight que donará su cerebro cuando muera para que investiguen el daño cerebral que conlleva ser un luchador profesional de MMA.
“Borrachinha”, que compite en la categoría de peso medio en UFC, recordó que “el cerebro está hecho de células que ya no se regeneran”, de forma que “solo podemos perderlas”. A medida que uno envejece, “esa cantidad de células disminuye”, por lo que sus reflejos se vuelven “más lentos”, su habla empeora y olvida cosas, apuntó.
Tras referirse a investigaciones como la de Rose Gracie, que realiza un mapeo del daño cerebral sufrido por combatientes de MMA, Costa señaló que les donará su cerebro “con mucho gusto”. El luchador de 28 años se mostró también decidido a no pelear más allá de lo 36, edad hasta la que quiere “conquistarlo todo”.
“Ese es un problema bastante serio, porque no tenemos los datos para averiguar cuánto puede afectarnos a cada uno de nosotros”, explicó el deportista, que recomienda “luchar de una manera que minimice esos golpes en la cabeza”. En este sentido, indicó que, durante una sesión de entrenamiento, se puede usar equipo de protección, como cascos o guantes grandes, como los que él utiliza.