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La Jornada

Ciudad de México. La empresa de transporte privado Uber no trasladará el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a sus clientes a partir del primer día de junio, aunque los conductores serán los que paguen el tributo de servicios digitales.

Después de que el jueves varias plataformas digitales dieron a conocer que su tarifas tendrían variaciones debido a implementación de las nuevas disposiciones fiscales aprobadas por el Congreso de la Unión, Uber acotó que los impuestos por servicios digitales no se verán reflejados en un aumento en los precios a usuarios.

Sin embargo, acotó que los conductores estarán sujetos al pago de IVA sobre la tasa de servicio, con un valor variable desde 0.16 y hasta 6.8 por ciento, de la tarifa de cada viaje realizado a través de la aplicación.

La empresa con domicilio fiscal en Países Bajos indicó que como parte de las disposiciones establecidas en la reforma fiscal y como han hecho cada mes desde junio de 2019, continuará haciendo el cálculo, retención y pago directamente al Servicio de Administración Tributaria (SAT), del importe de Impuesto Sobre la Renta (ISR) e IVA que le corresponde pagar a todos los conductores y repartidores registrados en la plataforma, sin que Uber reciba ni retenga alguna ganancia económica por ello.

Previo a la aplicación de impuestos a empresas de servicios digitales, Uber ya había llegado a un acuerdo con las autoridades fiscales del país para hacer la retención de los impuestos a los conductores.

El objetivo de la reforma fiscal enviada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y aprobada por los legisladores busca que ninguna empresa deje de pagar impuestos, como se hace en otros países.

Esta medida sería temporal, pues en las reuniones de otoño del FMI hechas en 2019 se acordó que se crearían mecanismos para que las empresas de servicios digitales cumplieran con sus obligaciones, a pesar de no tener un domicilio fiscal en el país en el que presta el servicio.