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La Jornada / Julio Gutiérrez

El consumo de productos básicos en el país tendrá una mayor resilencia a la actual situación, apoyado, de forma principal, por el envío de remesas de connacionales, aunque ello no será suficiente para detener la caída de la actividad económica ante la crisis que ha ocasionado la pandemia de Covid-19, aseguró Intercam.

En un estudio, el área de análisis de la institución anticipó que este año la economía nacional tendrá una contracción de 8.7 por ciento, principalmente por una reducción en la inversión privada y menores exportaciones, además de la caída en el consumo privado en su totalidad.

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De acuerdo con Intercam, el consumo privado, que aporta dos terceras partes de la actividad, tendrá una caída de 7.4 por ciento al concluir el año, afectado por la pérdida del empleo y la caída en las ventas al menudeo.

“Exceptuando el consumo básico, las ventas de casi todos los productos se han visto frenadas ante el cierre de la economía en los meses de abril y mayo, por las medidas de distanciamiento social”, citó el análisis.

Recordó que, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, en mayo se perdieron 344 mil 500 empleos formales, y aunque la pérdida es menor a la de abril, los siguientes meses seguirán “sumamente” afectados.

“La pérdida de empleos esperada para el año asciende a un rango de entre 800 mil y un millón de empleos. El IGAE, que resulta ser una aproximación bastante certera del PIB, muestra una contracción histórica al mes de abril de 19.9 por ciento. La caída en la actividad económica fue mayor a las estimaciones. Podemos estimar entonces, que en el segundo trimestre del año, la economía habría caído el 18.3 por ciento”, refirió.

No obstante, aclaró el banco, el consumo básico se mantendrá resiliente, apoyado por las remesas que se han mantenido en crecimiento, aún si se considera que en el mes de abril se perdieron cerca de 20 millones de empleos en Estados Unidos y, aunque han recuperado en los meses de mayo y junio, la tasa de desempleo se ubica en 11.1 por ciento en ese país.

“Es posible que el buen comportamiento de las remesas se deba a que los migrantes han recibido apoyo del gobierno, o bien que han seguido percibiendo ingresos, al margen de la coyuntura económica. Estimamos que las remesas pudieran seguir mostrando una trayectoria ascendente en la medida que se espera una vigorosa recuperación en la economía de Estados Unidos en el tercer y cuarto trimestre del año”, expuso.

Malas decisiones lastran la inversión

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Intercam afirmó que la inversión también se verá afectada a lo largo de este año, derivado de las decisiones que ha tomado el gobierno federal y que causan incertidumbre a nivel internacional. De esta forma anticipan que la inversión privada caiga 18.9 por ciento este año y la inversión fija bruta disminuya 16.7 por ciento.

“La inversión privada ha sido el componente más afectado desde el 2016 y no muestra crecimiento en los últimos años. La incertidumbre sobre políticas públicas, las decisiones en torno a la cancelación del aeropuerto, y diversos proyectos productivos como la planta cervecera, y la más reciente sobre energías limpias, han frenado la inversión en su totalidad y ahora también se suma el tema de la pandemia”, apuntó.

Agregó que ante la caída de la demanda agregada, los agentes económicos no se han visto en la necesidad de poner en marcha proyectos productivos. En cuanto a las exportaciones, anticipó que estas tendrán una caída de 5.5 por ciento este 2020.

Tipo de cambio estable

Para el tipo de cambio, añadió Intercam, “ lo peor parece ya haber sucedido”, pues la depreciación entre marzo y abril, causada por una ausencia de liquidez en un escenario de fuerte estrés en los mercados, es un evento que puede evitarse de nuevo gracias a las medidas adoptadas por la Reserva Federal de Estados Unidos.

“Esperamos estabilidad del tipo de cambio hacia adelante, con estimaciones de 22.50 pesos por dólar al cierre de 2020 y 23 unidades al cierre de 2021. Un escenario de mayor depreciación es sólo concebible con nuevos brotes generalizados a nivel global de Covid-19, que vuelvan a someter a estrés a los mercados internacionales, además de un deterioro de los riesgos locales”, sostuvo.

Foto Yazmíon Ortega/ archivo