La vacunación es una de las intervenciones médicas en salud pública más eficientes para el control de enfermedades, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS detalla en su página web oficial, que evita cada año entre dos y tres millones de muertes.
La covid-19 es una enfermedad infecciosa provocada por el virus SARS-CoV-2 y que, a raíz de que llegaron los casos a México y posteriormente su inmunización, muchas dudas y preguntas han surgido respecto a la vacuna.
Desde cuáles son los efectos secundarios hasta saber quiénes se pueden o no vacunar, son algunas de las dudas que muchas personas tienen y que, no siempre encuentran una respuesta.
Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que la OMS ha detectado sobre la aplicación de vacunas anticovid-19, de acuerdo a su sección de «Ayudas y Servicios» en su página web.
1.- ¿Son seguras las vacunas?
Antes de que las vacunas sean válidas por la OMS y organismos nacionales para su distribución y aplicación, deben someterse a estrictas pruebas de ensayos clínicos para demostrar que cumplen los criterios internacionalmente aceptados de eficacia y seguridad.
En el caso de la COVID-19, se ha permitido completar las fases de investigación, desarrollo y autorización en muy poco tiempo, sin tener antecedentes, manteniendo los más altos niveles de seguridad.
Por su parte, la OMS y autoridades reguladoras, siguen en constante supervisión de su uso para detectar cualquier problema y garantizar que siga siendo seguro utilizarlas en todo el mundo.
2.- ¿Cuáles son los efectos secundarios luego de aplicarse la vacuna?
La mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y desaparecen espontáneamente a los pocos días. Aunque pueden aparecer efectos secundarios más graves o duraderos, son sumamente particulares.
Los efectos que se han registrado tras la administración de las vacunas contra la COVID-19 han sido:
– Fiebre
– Cansancio
– Dolor de cabeza
– Dolor muscular
– Escalofríos
– Diarrea
– Dolor en el lugar de inyección.
La probabilidad de que ocurran varía en función de cada vacuna.
En la mayoría de los casos, los efectos secundarios habituales se pueden tratar con descanso, bebiendo muchos líquidos no alcohólicos y con paracetamol.
Los efectos que se presentan deben de ser de al menos 24 horas, de no ser así y si se presentan dificultades para respirar, dolor de pecho, confusión, pérdida de habla o de movilidad, es recomendable acudir con tu médico de cabecera.
3.- ¿Alguien vacunado contra la COVID-19, puede contagiarse del virus?
De acuerdo con la OMS, ninguna vacuna protege al 100%. Habrá personas que enfermarán de la COVID pese a estar vacunada.
En las vacunas de dosis única, se considera por lo general que se está protegido dos semanas después de la vacunación. En las vacunas de dos dosis, se necesitan las dos para lograr el más alto nivel posible de inmunidad.
Si bien las vacunas contra la COVID-19 son especialmente eficaces para evitar formas graves de la enfermedad y la muerte, todavía no se sabe lo suficiente sobre su capacidad para proteger de la infección a la persona vacunada y evitar que esta transmita el virus a otras personas.
4.- ¿Hay personas que no deben vacunarse?
Son muy pocas las características que determinan que no se debe administrar la vacuna a una persona. Sin embargo, se puede formular la recomendación general de no vacunar contra la COVID-19 a las personas que hayan sufrido reacciones alérgicas graves a alguno de los componentes de la vacuna, con objeto de evitar posibles efectos adversos.
Las personas enfermas o que presenten síntomas indicativos de COVID-19 se podrán vacunar en cuanto hayan desaparecido los síntomas principales.
5.-¿Pueden vacunarse las mujeres durante su periodo menstrual?
Las mujeres pueden recibir la vacuna en cualquier momento de su ciclo menstrual.
Es muy importante seguir de manera pertinente las recomendaciones que hacen las dependencias de salud para ayudar a protegerse mientras se avanza con la aplicación de los fármacos en las localidades.
Recuerda seguir manteniendo al menos un metro de distancia de otras personas, cubrirse con el codo al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia y utilizar mascarilla o caretas, especialmente en espacios cerrados, concurridos o mal ventilados.