Invitado por Stella Chedraui y Manuel Fernández, participé- en oficinas- en la campaña a la gubernatura de Alemán Velasco. El titular de la Oficina de Gestión, un estimado Arq., tuvo la buena idea de realizar la rifa de una casa con boletos de a peso con la imagen del candidato y de la casa. Fueron 1 millón de boletos y resultó un éxito. Ya muy avanzada la campaña, él y un cercano colaborador suyo, me dijeron, en tono amable, medio en broma: «Es muy probable que ocupemos una Secretaría en el gobierno. A ti te vamos a poner una oficina lujosa, con auto nuevo y chofer, con una secretaria guapa y vas a estar muy bien remunerado, pero no queremos que nos estés fiscalizando». Pues inició el gobierno y nos tocó por rumbos distintos. Al que escribe estas Cápsulas, con el apoyo de Juan Maldonado Pereda, le asignaron la Dirección General del Seguro del Magisterio.. Con oficina modesta y un auto usado. Estuvimos en el cargo casi ocho años y nunca se compró un auto nuevo para la Dirección ni se pidió ningún moche en las compras.