«Analistas y legisladores regiomontanos critican la decisión del gobernador Samul García de crear la superoficina «Amar a Nuevo león», para su pareja, la influencer Mariana Rodríguez, lo que la convierte en una cogobenadora de facto. También les escandaliza la frivolidad del mandatario, que se preocupa más por su aspiraciones y las de su esposa basado en la mercadotecnia, cuando el estado necesita servidores públicos que entiendan realmente sus problemas». Lo escribe Luciano Campos Garza en la revista «Proceso». Foto de Instagram.