En vísperas de Navidad la gente obsequiaba regalos a los agentes de tránsito. Se ubicaban siempre en el mismo crucero, los automovilístas y los vecinos los conocían por su nombre. Una época en que los oficiales de tránsito eran muy queridos y respetados. Lo publican en la Página «Xalapa antiguo, análisis y opinión».