Cierto día le informaron al Presidente de la República que César Garizurieta, quien laboraba en el Departamento Agrario, faltaba mucho a su trabajo por estar en el café con sus amigos. Se dice que el Ejecutivo mandó a llamar al «Tlacuache» «(Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error», decía) y le comunicó lo que de él se decía. Este, no negó la acusación y lo justificó así: «señor Presidente», dígame, si todos vamos a estar trabajando como desesperados, entonces… ¿quién es el que va a pensar?». Lo escribió el finando Ramón Durón «El Filósofo de Guemes».