Café de Mañana
Por José Luis Enríquez Ambell
CONVERSÉ CON EL PRESIDENTE
DON LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ
Siendo Gobernador de Veracruz el Lic. Miguel Alemán Velasco, fui instruido para ir a Tlacotalpan, ponerme a la orden de Don Luis, quien llegaría por unos días con familiares, amistades y staff, a descansar y tenía que disponerme a sus órdenes logística y operativamente. Así pues, Alejandro Montano, Rafael Grajales y el Coronel Porfirio Díaz me aleccionaron en breve charla.
Lo recuerdo lúcido, conversador, muy tranquilo y en paz -sobre todo con su familia- lector permanente sobre todo de noticias durante todo el día, con una gran memoria. Solía cerrar los ojos cuando se le explicaba algo que solicitaba saber.
Ocasión que en la casa acondicionada para recibirles como en el domicilio de la Dra., Doña Lilia Berthely Jiménez (qepd) o caminando por el parque o calles de ese rincón de la cuenca del Papaloapan, tuve oportunidad que me permitiese charlar sobre temas de interés y que me resultaron lección y aprendizaje.
Me dijo: -Un Presidente sólo necesita a los gobernadores para dos cosas: para que ganen elecciones internas y que no le causen problemas.
Me advirtió: -Los tecnócratas no durarán en el poder más tiempo que quienes atendemos lo social para aumentar así el clientelismo político de mayor aliento.
-Oiga Don Luis, consulté, un presidente en funciones suele conversar con los expresidentes. -No, no siempre, pero de darse la invitación o encuentro, un ex presidente está obligado a decirle antes de despedirse, le puedo servir en algo Señor Presidente ?
Me expuso que la construcción del puente Buenavista -en relevo de la Panga que cruzaba de la carretera 180 a Tlacotalpan- lo ofreció una noche de mucha lluvia en campaña, al llegar y recibirlo con una cabalgata cientos de personas con sombreros y mangas de hule, venía de una larga jornada en San Andrés Tuxtla, les cumplí, esto me lo expresó frente a la placa que describe la construcción de esa magna obra de ingeniería carretera.
Entre su comitiva conocí y traté al Coronel Jorge Nuno Jiménez, militar cercano al Presidente Echeverria y con quién por las mañanas comentaban las noticias más relevantes que les remitían por fax desde México a un equipo instalado en una camioneta Ford Windstar, conectado vía satelital. Y además, me pedían el periódico El Dictamen tan pronto llegara a la Perla del Papaloapan, medio que era el Coronel quien se lo leía, le transmitía algunas de las notas locales de interés para ellos y las comentaban.
Me pidió comunicarlo con el Gobernador Alemán, con el Dip. Fed. Fidel Herrera y con Don Gonzalo Martínez Corbalá, pues le expuse el haber tenido la distinción de colaborar con su amigo en el Issste, y quién nos comentaba de su etapa como diplomático y el Ingeniero en esos días preparaba un próximo libro mismo que reúne las experiencias personales del autor al lado de tres de los más destacados líderes revolucionarios de América Latina : Lázaro Cárdenas, Salvador Allende y Fidel Castro. Titulado : La Historia que Viví.
Una semana me bastó para tratar de cerca al Presidente Luis Echeverria, quien tenía en aquel momento poco menos de 80 años, pero hasta hace poco tiempo sabía que seguía gozando de cabal salud con esa misma lucidez (QEPD).
¡ ES CUANTO !