La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) informó que esta semana se aplicó una ‘mezcla antiestrés’ al ahuehuete ubicado en la glorieta de Paseo de la Reforma, consistente en aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos.
Además se le administraron algunos fungicidas biológicos en coordinación con Edgar Ojeda, ingeniero en Restauración Forestal y arbolista certificado por la Sociedad Internacional de Arboricultura (ISA, por sus siglas en inglés).
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Como parte del mantenimiento que se le da a la base del árbol, personal de la Dirección de Infraestructura Verde realiza diariamente la descompactación del suelo y lo riega con ayuda de pipas, de acuerdo con las precipitaciones pluviales que se presenten,
La Sedema celebró que el ahuehuete plantado en la Glorieta de Paseo de la Reforma el pasado 5 de junio, comenzó a reverdecer, como parte de su proceso de adaptación.
«Las hojas del árbol, que cambiaron a un tono amarillento a causa del estrés, están cambiando a tonos verdes, lo que indica que al interior del árbol hay un flujo de fluidos. Se espera que en los próximos días empiecen a brotar nuevas hojas en las ramas», informó a través de un comunicado.
Además indicó que el proceso de adaptación del ahuehuete de Reforma se ha retrasado en comparación con su ‘hermano’ que se encuentra en el Vivero de Nezahualcóyotl, debido a factores como el ocurrido el 7 de junio cuando un conductor se subió a la glorieta e impactó uno de los tensores colocados para mantenerlo en pie hasta su enraizamiento.
Para evitar la compactación del suelo, la Sedema colocó una serie de letreros para pedir a la ciudadanía que evite subir hasta la base del árbol para que permita la hidratación y buena adaptación del ahuehuete.
¿Por qué el ahuehuete ‘se secó’ al llegar a la Glorieta de Reforma?
La Sedema dio a conocer que Viveristas de Viveros Regionales y Vivero Los Encinos, expertos en el cultivo de ahuehuetes a nivel nacional, sostienen que el estrés fisiológico y el cambio de clima obligaron al ahuehuete de Reforma a quitar sus propias hojas, para evitar la pérdida de agua y nutrientes en su tronco.
«Esto se debe a que el ahuehuete de 20 años de edad, con una altura aproximada de 12 metros, atraviesa un periodo de acoplamiento a las condiciones climáticas de la Ciudad de México, distintas a las vivió en Nuevo León», agregó.
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