SILVESTRE VIVEROS ZARATE
LEER te hace. Te forma.
Leer es una actividad apasionante. Tiene, sí, sus detalles de no fácil comprensión. Aquí me tienen tratando de entender o al menos concebir o desenredar esta confusión que me provoca lo escrito por Don Antonio Machado, poeta de excelencia, cuando expresa que la famosa parábola de la paloma con la cual Kant argumentaba decisiva e ilustrativamente su demostración contra la metafísica dogmática. En esta lectura Lo único que me quedó claro fue aquello que le expresó a Laurencio cuando le dijo que desconfiara de un poeta que no borra. Me gustó mucho también el razonamiento de Epicuro. El menciona que no hay que temer a la muerte, porque “es un tema que se vive más que se piensa, Ya que mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros ya no somos”
Me sorprendió Juan Jacobo Rousseau el escritor suizo-francés cuando aborda con extraordinaria pulcritud el tema educativo (en Emilio y la educación). Solo conocía de él, “el origen de la desigualdad entre los hombres” según se aprecia en la actualidad habrá que releer (el contrato social) porque parece que andamos lejos del camino. Leer o leyendo te enteras y asombras, que han existido individuos como el alemán Oswuald Spengler que dominaba en grado de excelencia las matemáticas, filosofía, literatura, arquitectura, música, pintura, economía, religión y política. Desde luego con “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach, conoces que no existe para viajar nada más rápido que el pensamiento donde la velocidad de la luz, comparada, es más lenta que un carro viejo. Pero bueno, leer tiene un encanto especial, sin darte cuenta te sumerges en mundos y nombres, que ni siquiera soñabas que existían. Yo, al menos, jamás imaginé que existía un autor de nombre Benito Spinoza, un judío holandés, con una asombrosa vastedad intelectual que expone de manera por demás sencilla y comprensible, su teoría en forma de teoremas euclidianos con los que nos habla y enseña de la presencia de Dios, donde nos da a conocer que Dios es una sustancia infinita que tiene infinidad de atributos infinitos. Sobre la naturaleza, el origen del alma, sobre el origen de las afecciones, sobre la esclavitud y la libertad del hombre. Sin duda un hombre sabio. Ah, leer. Es ver películas sin cine ni tele, es soñar sin estar dormido, es volar sin tener alas, es recorrer el mundo sin moverte de lugar. Un toque divino que te lleva a visualizar el amor, a palparlo, sentirlo, sin tener un cuerpo desnudo a tu lado, sin unos labios que más que hablar rezan por la madrugada cuando en un susurro te dicen que te aman. Amores como los que describe Robert Green en su libro el arte de la seducción. Como el que se observa una tarde cualquiera cuando dos aves, paloma y palomo, escondidos en el follaje de un matorral se restriegan sus picos al amparo de su independencia, de su exclusividad, como si aparte de ellos, nada más en el mundo existiera. Qué bonito es leer, disfrutar la lectura, llenarte de ese embrujo seductor que te reanima, te forma, te endulza la vida.
Sí. Me gusta leer. Leo de manera regular Crónica del Poder, Por mensajes de amistades en el Facebook, me entero de que mi amigo FELIPE Hakim Simón, escribió una cápsula informativa sobre mi persona y modesto desempeño en el servicio público y mundo de las letras que no he leído. Me disculpo. Al leer las cápsulas de Felipe he aprendido que la educación, el buen comportamiento, el no hablar mal de nadie, es un Don que Dios dispensó a personas con una alta calidad moral, a seres humanos de excepción. Gracias Felipe por ser como eres. Buen amigo, buen líder, buen maestro. Gracias por todas tus finas atenciones. Espero que para el próximo cumpleaños, si estamos vivos, puedas acompañarnos. Te deseo el mayor de los éxitos en este año que inicia. Te envío un fuerte abrazo.
SILVESTRE VIVEROS ZÁRATE.