«Puedo ponerme trascendental y pensar en cosas importantes. Pero creo que, en primer lugar, por la amistad entrañable que teníamos desde niños. Eso significaba confianza en el conocimiento del hombre y en sus pasiones., sus cualidades y sus defectos. Muy niños recorrimos, prácticamente a pie, gran parte de la República, y nuestras precoces conversaciones eran a proposito de México». Es parte de lo que le respondió López Portillo a Jorge Castañeda para su libro «La Herencia. La Sucesiónn Presidencial».